Redacción. El servicio de Dermatología y la unidad de Calidad del Hospital Universitario Virgen del Rocío han iniciado un proyecto de mejora de eficiencia y capacidad de manejo de la hidradenitis supurativa. Se trata de una enfermedad crónica de la piel que se caracteriza por la aparición de lesiones inflamatorias en áreas como axilas, ingles, glúteos y debajo de los senos.
Estas lesiones pueden ser dolorosas y supurantes, ocasionando una pérdida significativa de calidad de vida, con intensa afectación laboral y de las relaciones personales. Una situación que afecta a que afecta a entre el 1% y el 4% de la población mundial.
De ahí que el servicio de Dermatología del Hospital Universitario Virgen del Rocío, desde su unidad monográfica, venga trabajando en los últimos años en el manejo especializado de esta enfermedad, con el objetivo de mejorar la situación de los pacientes afectados. En la actualidad, los especialistas atienden en sus consultas por este motivo a más de 180 pacientes en estado moderado – grave.
Para lograr este objetivo, ahora se ha sumado la unidad de Calidad para aplicar la metodología Lean al análisis y mejora de los procesos asistenciales. Esto permite visibilizar puntos de mejora, proponer alternativas y dar a los pacientes una atención integral y personalizada.
El grupo de trabajo ya se ha reunido seis veces este año, incluyendo una sesión ‘in situ’ en el servicio para analizar de primera mano los diferentes puntos críticos del proceso. Se espera tener las primeras conclusiones antes de final de año. La idea es ir implementándolas a lo largo del año próximo.
Esta enfermedad crónica de la piel no es muy conocida, de hecho, los estudios hablan de una demora diagnostica de 10 años, por lo que en 2017 se creó el Día Mundial de la Hidradenitis Supurativa para romper el estigma y el aislamiento que sufren muchos pacientes por desconocimiento o vergüenza.
De hecho, este año se ha utilizado esta efeméride para sensibilizar a la sociedad sobre el impacto físico, psicológico y social que tiene esta enfermedad crónica e inflamatoria de la piel. Asimismo, han recordado el derecho de los pacientes a recibir un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado, así como a acceder a recursos de apoyo emocional y educativo en los casos necesarios.
