Foto: Diego Meca.
Carmen González. En estos días de principios de febrero, el doctor Francisco José Saldaña González, intensivista de la Clínica Santa Isabel de Sevilla, se entrena para la próxima maratón que se celebra este domingo, 23 de febrero en Sevilla. Hace dos años que, por pura casualidad, llegó a recoger su dorsal a una de las carreras convocadas en la ciudad y le llamó la atención un stand bajo el título “Carros de Fuego”. Desde entonces es impulsor de corazones que laten al compás de sus zancadas son los capitanes, personas con diversidad funcional que desde sus carros los animan para adelantar al compañero, todo entre risas y mucha diversión.
“Carros de Fuego” es una asociación sin ánimo de lucro de Sevilla que utiliza el ocio y deporte adaptado como herramienta de inclusión social, así se definen en su web. Pero para Francisco José Saldaña, uno de los 27 corredores que guiarán un carro adaptado en el Maratón de Sevilla del 23 de febrero, es más, mucho más. “Ya no entiendo correr sin carro”, dice para definir lo que siente desde que se metió en estas aventuras deportivas en la que, junto con otros compañeros, consigue que muchas personas con diversidad funcional disfruten de unas horas de deporte.
“Vamos en grupo y cada vez que uno adelanta al otro, los capitanes animan”, cuenta el doctor. Y dice que pasa la carrera casi “sin darme cuenta”. La próxima que correrá, cuyo dorsal recogerá el sábado, es de 42 kilómetros, pero no es en la única que participa. Al año hace las convocadas en el Circuito de Sevilla, al menos seis carreras al año. Incluso, a veces, se apunta a las más festivas, como la Nocturna del Guadalquivir. De algunas cuenta que hay tantos participantes “que cuando salimos hace 9 minutos que han dado la salida”.
Francisco José Saldaña lleva 20 años en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Santa Isabel, hay días duros y otros menos duros, pero contrariamente al carácter negativo que puede tener su lugar de trabajo, él dice que “es el sitio al que va la gente que tiene posibilidades de salir adelante, en teoría hay menos mortalidad que en otras unidades porque cuando ya no hay nada que hacer, el enfermo pasa a planta”.
El doctor nació en Valencia, algo puramente casual, porque su padre es guardia civil jubilado. Llegó a Sevilla de vuelta con 4 años y ahora tiene 49; si lo oyes hablar su acento delata que pertenece sin duda a esta ciudad. Sonríe constantemente y, no está acostumbrado a que le hagan entrevista, en la última carrera que participó fue para él una sorpresa que lo llamaran de dos medios. La causa fue porque el doctor ayudó a una señora que cayó desmayada por un problema cardíaco en la última Media Maratón de Sevilla, celebrada a finales de enero. «Casi soy virgen en esto de las entrevistas», aclara antes de empezar.
Pero contando esta anécdota de la Media Maratón, él insiste que “cuando yo paré y le dejé el carro a otro compañero, allí había ya tres anestesistas que fueron los que en realidad ayudaron a la mujer, lo único que yo hice es sustituir hasta que no llegó emergencias a uno de mis compañeros en el masaje cardíaco que se le hacía a la mujer”. Una vez que llegó el equipo sanitario de emergencias, se retiró. Pero en el perfil de Twitter de Carros de Fuego, resaltaron que unos de sus impulsores había salvado la vida a una corredora y ahí empezó su historia con los medios de comunicación.
El doctor Saldaña no sabe nunca cuál va a ser su capitán en cada carrera, su compañero que lo animará hasta el final junto con la familia siempre agradecida por su colaboración. Héctor, Álvaro, Edu, Adrián, Cristian, Elena, Julia o Nacho estarán abrigados esperándolos en la salida para correr porque, como dice el lema de esta asociación que lleva 4 años consiguiendo la inclusión social en el deporte, “nunca pensamos que fuera fácil pero tampoco pensamos llegar tan lejos”. Cada pancada con ruedas que dan con la ayuda de corredores como el doctor, es un paso hacia el único objetivo: que no haya nada que impida participar a las personas con diversidad funcional en las actividades de la ciudad de Sevilla o de donde haga falta.
El fin último en el que participan cada vez más impulsores es la inclusión también en el deporte y en la sociedad. Para Francisco José Saldaña la experiencia cambia la manera de vivir una carrera. “Ahora es mucho más divertido, llegas al final casi sin enterarte, ya no concibo correr sin empujar un carro de fuego”.
Carros de Fuego sigue buscando colaboradores y ampliando fronteras, ya están también en Cádiz. En la Maratón de Sevilla del 23 de febrero hay ya 27 corredores, “54 piernas e infinita ilusión”. Francisco José Saldaña dice que cada vez más profesionales colaboran con causas sociales o relacionadas con el medio ambiente. Porque participar en actividades que mejoren la sociedad es “muy gratificante”, una razón de peso para no desfallecer.
