Fermín Cabanillas. La distancia entre la localidad sevillana de Castilleja de Guzmán y Huelva capital es de 87 kilómetros. Para recorrerla andando a un paso normal harían falta 19 horas sin parar. Imaginemos lo que tardaría un gato, aunque es casi imposible de imaginar algo que, como suele pasar, ha superado a la ficción en la pura realidad.
El gato en cuestión se llama Zeus. Tiene 15 meses, y nadie sabe por qué, pero, el pasado 1 de diciembre se fue de su casa en la calle Doctor Fedriani de Castilleja.
Ese mismo día, su dueña publicada este mensaje en Facebook: “En el momento de la desaparición tenía collar con placa, con su nombre y teléfonos. Tiene microchip y está castrado. Si alguien lo ha visto o sabe algo de él, ruego se pongan en contacto, estamos muy tristes sin él”.
El milagro, a 87 kilómetros
Una vez publicado el mensaje, fueron pasando los días. Nada hacía presagiar que Zeus aparecería. Según pasaba el tiempo, la familia fue perdiendo la esperanza, pero el milagro estaba a punto de producirse. A 87 kilómetros de su casa, alguien marcó el teléfono de Inmaculada.
Aunque parezca mentira, el final feliz de la historia fue gracias a una niña de 14 años de Huelva capital. La niña escuchó el maullido de pena de un gato bajo un coche, y se agachó, y ahí estaba Zeus, aterido de frío y ronco, posiblemente por haberse llevado varios días maullando para pedir ayuda.
La niña cogió al gato, le quitó el frío y llamó a su madre. Lo demás fue cosa de la previsión de la familia de que el gatito tuviese su microchip. Cuando el lector detectó los datos de la familia del felino, solo hubo que llamar por teléfono.
Algo increíble
Inmaculada ha narrado el final feliz de esta historia en su mismo perfil de Facebook, señalando que “después de 20 días sin parar de buscarlo, hoy por fin, nos llamó un ángel, su ángel, diciéndonos que había encontrado un gato, y que el chip, decía su nombre y nuestro teléfono. Estaba en Huelva, no sabemos ni por qué, ni cómo ha llegado allí, pero hemos ido sin dudarlo rápidamente por él. Está cansado, con hambre y sed, y más delgado, pero ya está en casa, con su familia. Mañana pasará por el veterinario, para revisión, y poco a poco se irá reponiendo”.
La vecina de Castilleja de Guzmán ha agradecido su labor “a todas y cada una de las personas, que nos han ayudado, compartiendo su foto una y otra vez, alentándonos en los momentos más bajos, estando atentos por si lo veían, o incluso avisando cuando han visto uno que creían podía ser él. A todos, en nombre nuestro y de Zeu muchísimas gracias”.