Redacción. El catedrático de la Universidad de Sevilla y jefe de servicio de Cirugía del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, Javier Padillo, acaba de recibir un relevante galardón de manos de una delegación del Gobierno de Georgia y la Universidad de Tbilisi, la más importante del país, por la puesta en marcha de un sistema nacional de trasplantes. La Medalla Académica Nino Javakhishvili es un reconocimiento que ha premiado a tan solo cuatro personas en su historia por su contribución al desarrollo de la ciencia en el país.
Es el gesto visible de «un trabajo de muchos años» emprendido por el cirujano y su equipo en una labor de “diseminación” a escala mundial del conocimiento sobre trasplantes, que atesora tras 30 años de ejercicio de una especialidad en la que se ha convertido en referente. Traslada así la experiencia de España, que lleva décadas siendo número uno en donación del mundo.
La medalla, que Padillo ha recibido “con sorpresa y emoción”, estaba previsto que fuera entregada en Georgia pero, por la proximidad al conflicto en Ucrania, han preferido realizar el acto en la Universidad de Sevilla, institución que dio alas al proyecto de internacionalización de trasplantes y donde además de catedrático, es director de dos másteres sobre la materia únicos en España y en los países hispanohablantes.
El trabajo en Georgia, que ha servido además para mejorar los proyectos y los programas educativos sobre trasplantes en el país, ha incrementado el nivel científico no solo de la universidad, sino también de Georgia, que gracias a estos programas ha conseguido captar recursos europeos para su desarrollo.
Es fruto de diez años de trabajo por “diseminar” el conocimiento que en una dilatada carrera en programas de trasplantes de páncreas, riñón e hígado en Córdoba y Sevilla y con especializaciones sobre técnicas muy especializadas en las Universidades de Wisconsin e Indiana. Ahora les acaban de autorizar el trasplante de intestino y multivisceral, «el más complejo».
Másteres únicos en España y el mundo hispanohablante
Parte de ese trabajo de diseminación son los dos másteres que dirige en la Universidad de Sevilla sobre donación de trasplantes renal y hepático, únicos en España y en los países hispanohablantes.
Estos programas formativos de educación superior que, según el doctor, fueron posibles gracias a la visión del actual rector y de su equipo, afrontan el próximo año su quinta edición en el caso del renal y la tercera, en el hepático. Nacieron casi desde el principio con una mirada autonómica, que pronto se convirtió en nacional y que, en los últimos dos años, por un empeño personal del doctor Padillo, se ha transformado en internacional.
No en vano, más del 50% del alumnado de estos másteres procede de Latinoamérica y el Caribe, gracias al carácter semipresencial y a la plataforma virtual accesible desde cualquier parte del mundo. “Estoy seguro de que estas formaciones van a multiplicar la posibilidad de hacer trasplantes en esos países”, augura el catedrático y cirujano.
En toda esta labor de exportar el conocimiento sobre los trasplantes ha tenido un papel definitivo la simbiosis que existe entre el hospital y la universidad, que hace que fluya el cauce entre conocimiento y práctica. “Estoy tremendamente orgulloso de mi equipo en el hospital y en la universidad, la mayoría son tutores, profesores, titulares…, rodearse de los mejores es la clave del éxito y yo no soy nadie sin mi equipo”, reconoce con humildad Padillo.
Internacionalización de los trasplantes
La internacionalización de los trasplantes comenzó en el Cáucaso y en Asia Central hacia 2010, con los proyectos Tempus, momento en el que el profesor Javier Padillo y un equipo de profesores, dirigido por Miguel Ángel Adame, realiza contactos con Azerbaiyán, Georgia, Tayikistán, Turkmenistán, Kazajstán, Uzbekistán, donde llevan a cabo reuniones con la parte educativa y en los ministerios de los distintos países.
En medio del desarrollo de estos trabajos surge un proyecto en Azerbaiyán, Georgia y Armenia y es ahí donde conoce a Dimitri Kotzaia, de la Universidad de Tbilisi -que le hizo entrega del premio- quien posibilita los cauces para que profundicen las relaciones de cooperación entre países, que cristalizan en la implementación de los programas de trasplantes del país, la llegada de fondos europeos, que han aumentado el número de investigadores, y el desarrollo del Instituto de Morfología, que ha permitido establecer patentes.
De hecho, actualmente están trabajando en una patente europea, en la que participa la US y el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla para poner en funcionamiento máquinas de preservación de órganos y de circulación extracorpórea, lo que permitirá nuevas inversiones en el país.
En todo este proceso, en el que ha sido fundamental, según el doctor Padillo, la enseñanza del modelo de donación que tenemos en España, la estructura organizativa de la Organización Nacional de Trasplantes, y la sensibilización a la población de la importancia de donar.
Para el doctor galardonado, la generosidad es la base de todo este sistema que cumple una triple función. Un trasplante da consuelo a la familia, da sentido a un fallecimiento y es una oportunidad para personas que se están muriendo de agarrarse a la vida.