Redacción. El servicio de Farmacia del Hospital Universitario de Valme de Sevilla, dirigido por Esther Márquez, ha analizado cómo influye la complejidad farmacoterapéutica de los pacientes VIH en su calidad de vida a través de un estudio publicado en la Revista Española de Quimioterapia.
Los resultados exponen la necesidad de un abordaje multidimensional de estos pacientes, más allá del control de la carga viral, al objeto de mejorar los resultados en salud.
La evolución de la terapia antirretroviral ha permitido incrementar la esperanza de vida de las personas con VIH, pasando de ser una enfermedad mortal a convertirse en una patología crónica. Sin embargo, aunque se hayan alcanzado las altas tasas de eficacia clínica, los especialistas centran actualmente sus esfuerzos en mejorar la calidad de vida de los afectados.
Más terapias al tratamiento antirretroviral
En España el número de personas con VIH mayores de 50 años ha crecido
en casi un 40 por ciento como consecuencia directa de la mejora de la eficacia del tratamiento antirretroviral, permitiendo el aumentado de sus expectativas de vida. Sin embargo, como resultado de la prolongación de su supervivencia aparecen otras enfermedades que suponen sumar más terapias al tratamiento antirretroviral de base y el consiguiente aumento del grado de omplejidad de la medicación.
Precisamente, el estudio llevado a cabo en el Hospital Universitario de Valme y coordinado por el farmacéutico de este centro, Ramón Morillo, tiene como objetivo evaluar la correlación entre el índice de complejidad de la medicación y la calidad de vida. Las herramientas utilizadas evalúan desde el punto de vista cuantitativo y también cualitativo cómo la complejidad del fármaco prescrito afecta a la adherencia, los resultados médicos y la calidad de vida.
La polifarmacia la definen los expertos como el uso de seis o más medicamentos. El estudio observacional prospectivo desarrollado en este hospital sevillano incluye cerca de 500 pacientes con tratamiento antirretroviral, con una edad media en torno a los 50 años. El análisis, realizado en el año 2020, se centra en pacientes atendidos en las consultas de farmacia hospitalaria.
Avanzar en el seguimiento al paciente
El 26 por ciento de estos pacientes presentaba polifarmacia, siendo las dimensiones en salud más afectadas por la influencia de la complejidad farmacoterapéutica: ansiedad, depresión, dolor, malestar y autocuidado. Las conclusiones obtenidas exponen que se necesita un nuevo plan de atención multidimensional para pacientes VIH dirigido a optimizar la atención general del paciente, y no limitado sólo al logro de la meta de carga viral, sino también en su complejidad
farmacoterapéutica y calidad de vida.
Según ha destacado el coordinador del estudio, «uno de los principales retos es avanzar en el seguimiento al paciente desde la metodología multidisciplinar al enfoque multidimensional, especialmente a aquellos pacientes con mayor complejidad farmacoterapeutica que pueden tener un mayor riesgo de incumplimiento, reingresos hospitalarios y peores resultados de salud».
Asimismo, ha subrayado que «será necesario incorporar nuevos conceptos y estrategias de trabajo conjunto para realizar intervenciones multidimensionales. En esta línea venimos trabajando el desarrollo de la atención farmacéutica, según metodología innovadora CMO (Capacidad, Motivación y Oportunidad)».
A la vanguardia en la atención farmacéutica de las patologías víricas
Desde hace más de una década, el citado hospital se colocó a la vanguardia en la atención farmacéutica de las patologías víricas creando de forma pionera una consulta especializada para las patologías víricas. Dirigida por Rarmón Morillo, anualmente atiende a 700 pacientes infectados por VIH.
A esta innovación se suma la incorporación durante los últimos años de líneas innovadoras que lo convierten en el hospital referente en este ámbito, logrando potenciar la gestión eficiente de la farmacoterapia en estas patologías. Al respecto, destacar entre ellas el liderazgo del proyecto nacional formativo ‘Paciente Experto VIH 2.0’ orientado a mejorar los resultados en salud de los pacientes mediante la potenciación de su autocuidado.