Redacción. Desde que en el año 2010 (último Año Jacobeo o Compostelano) el Hospital Universitario de Valme pusiera en marcha la iniciativa del Camino de Santiago, como actividad rehabilitadora para pacientes con dolencias cardiovasculares, se acaba de cumplir una década. Diez caminos convertidos en paradigma de vida para el paciente cardiaco, promoviendo el conocimiento de la enfermedad, su autocuidado y la sensibilización hacia la prevención a través del ejercicio físico como pauta saludable.
El cúmulo de los diez caminos celebrados tiene como referente a la enfermera Margarita Reina. Una profesional considerada el alma mater de la Rehabilitación Cardíaca del Hospital Universitario de Valme, muy querida por los pacientes y ampliamente respetada por sus compañeros. Hoy ya jubilada, no cesa en continuar con su vocación liderando proyectos de Salud como éste del Camino de Santiago.
La X edición del Camino de Santiago del Grupo de Cardiología del Hospital Universitario de Valme ha estado conformada por un total de 56 peregrinos entre pacientes, familiares y profesionales sanitarios. Para la coronación de una década enarbolando con esta iniciativa la rehabilitación cardíaca en el Camino de Santiago, han escogido una ruta señera. Se trata del Camino del Norte o Camino de Santiago de la Costa. Uno de las rutas más antiguas y con mayor historia que recorre toda la costa peninsular desde este a oeste bordeando el Cantábrico a lo largo de los principales municipios del Norte de España.
Según la precursora de este proyecto de salud, Margarita Reina, “los pacientes cardiacos rehabilitados viven experiencias a nivel personal, familiar y de grupo en torno a una enfermedad con la que han aprendido a convivir y a superar con experiencias y retos como el del Camino de Santiago”. Al respecto, Reina destaca el valor añadido de esta iniciativa “este peregrinaje conforma un escudo de sentimientos positivos desde los cuales los pacientes cardíacos y sus familias afrontan la enfermedad y enfrentan la adversidad”.
El Camino de 2019 completa la ejecución de otros tantos itinerarios señeros realizados a lo largo de una década: el Camino Inglés, el Camino Portugués, el Camino Francés, el Camino Sanabrés o El Salvador. Un proyecto de prevención y promoción de la salud cada vez más afianzado entre los pacientes con dolencias cardiacas de este centro, cuyo positivo balance ha provocado su extrapolación a las mujeres con cáncer de mama que en Valme ya llevan tres años realizando.
El extenso Camino del Norte ha precisado una ejecución programada en tres fases, desde Gijón hasta Santiago de Compostela, a desarrollar durante tres caminos. Este año acaban de culminar una primera desde Gijón hasta Luarca a través del recorrido de un centenar de kilómetros distribuidos en seis etapas. El año próximo llevarán a cabo el segundo tramo del Camino del Norte desde Luarca hasta Mondoñedo, mientras que en el año 2021 lo finalizarán haciendo la llegada a Compostela coincidiendo con la celebración del próximo Año Jacobeo.
El Camino de este año, desarrollado entre el 24 de agosto y el 1 de septiembre, ha incluido pueblos tan bellos como Tabaza, San Martín de Laspra, Muros de Nalón, Soto de Luiña o Cadavedo. Al igual que en ediciones anteriores, esta actividad organizada por profesionales del hospital sevillano abunda en un doble objetivo: los de prevención y promoción de la salud, estimulando hábitos saludables de vida aprendidos en dicha unidad clínica junto a beneficios psicológicos de la convivencia con otras personas que padecen problemas de salud similares; además del empoderamiento de un colectivo amenazado por la dolencia convertida en la primera causa de muerte, el corazón.
Un manual, acuñado con el nombre de Rutómetro, se ha llegado a convertir en documento clave para la dinámica del Camino que cada año organizan desde el servicio de Cardiología profesionales sanitarios de este hospital sevillano. Todos los participantes disponen de él, el cual incluye consideraciones para el peregrino, curiosidades, información sobre las etapas de la ruta elegida, historia del camino junto a referencias documentales y recomendaciones sobre salud cardiovascular.
Además, al objeto de recoger el sentir de los protagonistas de este peregrinaje, el Rutómetro reserva un espacio para dejar constancia por escrito de cada una de las etapas. Ideas, pensamientos o sensaciones se plasman en este manual para al final ser recogidas en un blog: Corazones en Camino.