Redacción. El Hospital Universitario de Valme de Sevilla ha incrementado la cartera de servicios de su Unidad de Reproducción Humana Asistida con la incorporación de técnicas de preservación de la fertilidad. Con esta dotación se completan las prestaciones de esta unidad clínica, puesta en funcionamiento a finales del año 2018 con altos estándares de calidad y eficiencia asistencial. Para ello, la Consejería de Salud y Familias ha autorizado la creación de un Banco de Semen y Ovocitos que ya está en funcionamiento.
El Sistema Sanitario Público de Andalucía oferta la preservación de la fertilidad, como técnica asociada a las de reproducción asistida, a las mujeres con posible riesgo de pérdida de su capacidad reproductiva asociada a exposición a tratamientos gametotóxicos (que destruyen los óvulos), tales como la quimioterapia o la radioterapia, y también asociada a procesos patológicos con riesgo acreditado de fallo ovárico prematuro.
La preservación de la fertilidad se realiza con indicación médica, no ofertándose esta técnica cuando sea únicamente a petición propia de la paciente para uso diferido. Y la premisa fundamental que anteponen los especialistas es la inexistencia de contraindicación por parte del oncólogo para la aplicación de tratamientos reproductivos que colisionen con el tratamiento prioritario para la patología de la paciente.
Por su parte, la técnica de preservación que se recomienda es la extracción y vitrificación de ovocitos maduros. Para obtener dichos ovocitos es necesario realizar una estimulación ovárica que varía en su pauta, según el caso clínico, y una posterior punción ovárica mediante vía vaginal.
Pacientes tributarios de esta prestación
Desde los servicios clínicos de Ginecología y Oncología Médica se informa a los pacientes de ambos sexos del posible impacto en su fertilidad en edad reproductiva antes de comenzar ningún tipo de tratamiento. En el caso de Oncología se oferta a los varones la preservación de semen mediante derivación a la Unidad de Reproducción Humana Asistida (Laboratorio de Semen). Mientras que a las mujeres, la valoración se lleva a cabo desde la Unidad de Reproducción Humana Asistida con informe médico donde se refleja el tiempo disponible para llevar acabo la técnica de preservación, según las necesidades de comenzar el tratamiento.
De este modo, esta nueva prestación ofrece a los pacientes tributarios la opción de congelar los óvulos y semen con la finalidad de garantizar la oportunidad de ser madres/padres al término de la enfermedad. Para ello, antes de recibir la quimioterapia para combatir el tumor, recurren a la conservación de material genético para, en el futuro y una vez superada la enfermedad oncológica, acceder a la maternidad/paternidad.
Debe ser inferior a 40 años y mayor de 18
Por lo que respecta a las indicaciones de la técnica de vitrificación de ovocitos, contempla las siguientes consideraciones: la edad de la mujer en el momento de la indicación del tratamiento debe ser inferior a 40 años y mayor de 18, pacientes con posible riesgo de pérdida de su capacidad reproductiva asociada a procesos patológicos con riesgo acreditado de fallo ovárico prematuro y mujeres con posible riesgo de pérdida de su capacidad reproductiva asociada a exposición a tratamientos gametotóxicos.
En el caso de la mujer, y antes del inicio de las sesiones de tratamiento oncológico, se procede a la estimulación de sus ovarios mediante un tratamiento hormonal, de características similares al que se aplica para la fecundación ‘in vitro’. El siguiente paso es extraer los óvulos mediante una punción ovárica y, seguidamente, se procede a la congelación rápida de los óvulos maduros, que se conservan en perfectas condiciones en un banco que tiene esa función por si en el futuro, una vez atajado el tumor, la mujer decide intentar ser madre. En el caso de los hombres, el semen descongelado puede utilizarse a través de tratamiento de reproducción asistida.
Protocolo de coordinación interdisciplinar
Destacar que este nuevo servicio incluye la implantación de protocolos y circuitos asistenciales de forma coordinada entre varias especialidades médicas: Urología, Hematología y Oncología. Una dinámica de trabajo cuya organización y coordinación pivota en el servicio de Ginecología y Obstetricia, a donde pertenece la Unidad de Reproducción Humana Asistida.
En opinión de la jefa de servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario de Valme de Sevilla, Rosa Ostos, “contribuimos a la minimización de los efectos secundarios de los tratamientos a los que los enfermos de cáncer han de someterse, dado que la consecución del aumento progresivo de la supervivencia de los mismos ha de ir paralelo a la mejora de su calidad de vida, formando parte de la misma la opción a la maternidad/paternidad”.
Alternativa a la letalidad de los tratamientos oncológicos sobre la fertilidad
Muchas formas de cáncer están asociadas con alteración de la calidad del semen o la función ovárica en el momento del diagnóstico. Sin embargo, el principal efecto sobre la fertilidad se debe a los tratamientos comúnmente utilizados, como la quimioterapia y la radiación pélvica, que presentan efectos secundarios gonadotóxicos afectando a diferentes aspectos de la salud reproductiva.
Retraso en la edad del primer embarazo
Los cánceres más frecuentes en adultos jóvenes siguen siendo las neoplasias hematológicas, cuyas tasas de curación en esta población son elevadas. Precisamente, el aumento en las tasas de supervivencia conlleva que cuando se alcance la edad reproductiva los supervivientes tengan que hacer frente a los problemas derivados de los tratamientos oncológicos, que inevitablemente tendrán un impacto sobre la reserva folicular y espermatogénesis.
A ello hay que añadir otro factor relevante, que es el retraso en la edad del primer embarazo, hecho que conlleva la posibilidad de no tener cumplido todavía el deseo gestacional en el momento del diagnóstico de un cáncer.
Frente a esta problemática, en los últimos años se ha producido un avance hacia el desarrollo de la medicina reproductiva, que ha mejorado de forma notable la seguridad y la eficacia de las técnicas de preservación de la fertilidad. Estos avances permiten plantearse a la mujer en edad fértil y diagnosticada de cáncer la posibilidad de conservar la fertilidad.