Redacción. El Hospital Universitario Virgen del Rocío, en Sevilla, se ha convertido en uno de los centros de referencia en el abordaje de las enfermedades hepáticas en Andalucía gracias a la incorporación del ecógrafo de alta resolución Aplio i800. Este aparato permite mejorar el diagnóstico y manejo de las patologías hepáticas gracias a su alta calidad de imagen, que hace posible una mejor visualización del hígado y su estructura, y facilita la detección de cambios sutiles en el órgano.
Entre las principales enfermedades hepáticas se encuentran el cáncer de hígado, la enfermedad hepática metabólica (hígado graso), la enfermedad hepática asociada al consumo de alcohol o las hepatitis virales, y todas ellas requieren de un diagnóstico y seguimiento precoz y de precisión para mejorar su abordaje y la calidad de vida de los pacientes. «Este nuevo ecógrafo es de enorme utilidad en el cribado y nos permite mejorar mucho el cuidado del paciente diagnosticado», explica el Dr. Manuel Romero, jefe de sección de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Virgen del Rocío en Sevilla.
Abordaje de vanguardia frente a la hepatitis C
En palabras del Dr. Romero, esta nueva herramienta ha sido posible gracias a la donación por parte de la compañía biofarmacéutica AbbVie y resulta especialmente útil para mejorar el abordaje de los pacientes con hepatitis C. «Todas las personas con esta patología deben someterse a una prueba para conocer si tiene o no cirrosis. Este aparato viene reforzar el acto único: lo hacemos todo en una visita. Realizamos el estudio del paciente, le prescribimos el tratamiento y le damos el alta si no tiene criterios de cirrosis hepática» expone.
Según explica este experto, en Andalucía quedan aproximadamente 1.500 pacientes con hepatitis C por tratar y la mayoría de ellos pertenecen a grupos de población vulnerable, como la personas que consumen drogas, los pacientes con patología psiquiátrica o aquellos que no recurren al sistema sanitario cuando tienen un problema de salud. El doctor asegura que el ecógrafo será de gran utilidad para mejorar el abordaje de estas personas, ya que «supone un salto impresionante, a la hora de hacer diagnóstico en un solo paso. Llega un paciente a la consulta con la carga viral positiva, le hacemos la prueba con el ecógrafo y llegamos a la conclusión de si necesitará revisiones o no. Es esencial en estos casos ya que, si no aprovechamos la oportunidad de abordarlos y tratarlos de manera directa, corremos el riesgo de perderlos».
También pone en valor la relevancia de contar con este ecógrafo tanto para los pacientes, como para los profesionales. «Gracias a su tecnología, a cualquier paciente que viene con hepatitis C, con esteatosis hepática metabólica, el que tiene hígado graso o cualquier persona que haya venido referida por su médico de atención primaria con sospecha de patología hepática con fibrosis, le podemos hacer una valoración y darle de alta si no tiene fibrosis hepática, lo que nos permite ser más resolutivos», asegura.
Además, para dar a conocer el funcionamiento del ecógrafo a otros especialistas, desde el Hospital Universitario Virgen del Rocío van a hacer un preceptorship para toda España sobre un itinerario formativo en la esteatosis hepática metabólica. «Vamos a crear seis estaciones en grupos de tres profesionales y uno de los talleres estrella consistirá en que los médicos puedan estudiar pacientes con el ecógrafo Aplio i800», resalta el facultativo.
Por último, hace hincapié en la importancia para los profesionales de esta especialidad de contar con este tipo de maquinaria de vanguardia, «nosotros los hepatólogos incluimos el ecógrafo en el proceso diagnóstico y terapéutico, por lo que tomamos todas las decisiones, lo que nos permite ser más eficientes en el abordaje de los pacientes», concluye.