Redacción. La empresa pública metropolitana de agua de Sevilla, Emasesa, desarrolló, previo al Real Decreto de Alarma por COVID-19, un plan de contingencia dirigido a asegurar la continuidad y calidad de su servicio y a la protección a empleados y ciudadanos de posibles contagios de cara a la pandemia.
Las actuaciones correspondiente a procesos claves o prioritarios dentro de Emasesa recogen la reparación de salideros en la red, tanto en red como acometidas, la localización de fugas, la atención a avisos de usuarios, la reposición/reparación de elementos en pavimento que puedan suponer riesgo como (tapas registro, rejillas imbornal, etc.), además de problemas de presión y de calidad del agua, maniobras en red arterial o de distribución por diferentes motivos, propios o de terceros, desatasco de acometidas/redes de saneamiento, apertura redes de saneamiento por hundimientos o atascos que no se pueden resolver desde pozo, actuaciones de inspección de redes de saneamiento en apoyo intervenciones y de atención a incidencias por lluvias.
Para todas estas intervenciones se contempla una serie de medidas preventivas para garantizar la seguridad y salud de los trabajadores en servicio como evitar contactos entre personal de distintos centros, limitando las diferentes modalidades de movilidad geográfica existentes, evitar contactos entre personal de distintos turnos, separando la salida y entrada de los diferentes turnos y con la limpieza de vestuario en la ventana de tiempo entre la salida y la entrada, y el cierre de los cuadrantes de los turnos, para que las cuadrillas estén compuestas por el mismo personal, lo que ha supuesto pasar de un doble cuadrante (laborales por un lado y festivos por otro) a un único cuadrante. Igualmente, los operarios de una cuadrilla, se desplazan a los lugares cada uno en un vehículo distinto evitando un contacto próximo. Todos los trabajadores que por la naturaleza de su trabajo no pueden conservar una distancia de seguridad de dos metros cuentan con mascarillas de protección.
Otra de las medidas que ha tomado la operadora ha sido la reducción del número de cuadrillas, para atender solo a los servicios esenciales desde el pasado día 16 de marzo, quedando el resto de personal operario de retén. Así, en días laborales, se dispone de 15 cuadrillas para atender servicios de abastecimiento y saneamiento en sus tres turnos de mañana, tarde y noche y de 13 cuadrillas para festivos y fines de semana.
En relación al número de avisos recibidos, la propia situación de la ciudad por el estado de alarma ha determinado una reducción importante de los mismos. Desde el inicio del confinamiento se han atendido más de 5.100 avisos.