Redacción. El equipo de Cardiopatías Congénitas del Adulto del Hospital Universitario Virgen del Rocío ha demostrado que el tamaño de la dilatación que adquiere la arteria pulmonar cuando acontece un aneurisma «no debe ser el único factor a tener en cuenta para programar una cirugía del paciente«.
Este avance cambia la práctica clínica, porque cada vez existe más una tendencia a realizar intervenciones preventivas frente a posibles roturas o a la disección de una arteria cuando los diámetros son muy grandes.
Por este motivo, la revista científica ‘International Journal of Cardiology‘ ha decidido dedicar el editorial de su último número a este estudio del hospital sevillano, que se ha elaborado durante cinco años gracias a la participación de 1.587 pacientes.
Desde el hospital público andaluz han asegurado que las cardiopatías congénitas integran el grupo de malformaciones que afectan desde el nacimiento el corazón. Precisamente este sábado se celebra el día mundial del corazón para llamar la atención sobre las enfermedades cardiovasculares.
La dilatación de la arteria pulmonar es muy frecuente en los pacientes con cardiopatías congénitas, sobre todo los pacientes con estenosis pulmonar, cortocircuitos y tetralogía de Fallot. Las complicaciones asociadas a estos aneurismas «son muy raras y no se relacionan con el tamaño del aneurisma, sino que ocurren fundamentalmente en aquellos pacientes que tienen hipertensión pulmonar».
Los profesionales se basaron en un método de diagnóstico muy simple, como es la radiografía de tórax, con la que realizan un cribado meticuloso de los todos pacientes que se siguen en la Unidad de Cardiopatías Congénitas del Adulto para identificar aquellos casos que tienen una dilatación muy grave (aneurisma) de la arteria pulmonar. Una vez que observan una dilatación de la arteria pulmonar, lo confirman mediante TAC o Resonancia Magnética, para también medir el tamaño del aneurisma.
Así evitan la cirugía profiláctica que se está imponiendo en la práctica, dado que conllevan un riesgo alto para el paciente y no garantizan un beneficio claro. Además, en muchos casos requiere asociar una sustitución de la válvula por una prótesis. Por eso se expone a los pacientes a los riesgos asociados a las prótesis valvulares (infecciones, anticoagulación, etcétera).
Por todo, el equipo del Hospital Universitario Virgen del Rocío ha trabajado en patologías poco prevalentes, como las cardiopatías congénitas del adulto, en las que generalmente existe poca evidencia científica basada en ensayos clínicos que ayuden a tomar decisiones con los pacientes.
Por eso, estudios como el actual, en el que se ha mantenido una observación de muchos pacientes durante muchos años, «son necesarios para aumentar el conocimiento sobre el pronóstico de estos pacientes, ayudar a otros profesionales a reconocer cuales son las situaciones clínicas que se asocian a mayor riesgo para la vida y mejorar el tratamiento», ha concluido la coordinadora de la Unidad de Cardiopatías Congénitas del Adulto del Hospital Universitario Virgen del Rocío, Pastora Gallego.
Una Unidad de Referencia Nacional. La Unidad de Cardiopatías Congénitas de Adulto del Virgen del Rocío incorpora un equipo de profesionales que integra a cardiólogos clínicos, cirujanos cardiacos, hemodinamistas, electrofisiólogos, intensivistas y anestesiólogos dedicados a cirugía cardiaca, enfermería especializada en estos cuidados, especialistas en imagen cardiaca de los ámbitos de la cardiología y de la radiología (ecocardiografía, cardioresonancia y cardioTC), y perfusionistas, junto a profesionales de otras unidades de apoyo.
La actividad realizada en la consulta externa durante los pasados años incluye la atención de más de 45 pacientes a la semana, un total de 1.755 visitas al año. De ellos, el 30 por ciento se recuperan después de pérdidas de seguimiento en la transición de la edad pediátrica.
Las intervenciones realizadas «ofrecen una clara idea de la complejidad de los problemas de salud atendidos en esta Unidad». Sus profesionales efectúan intervenciones quirúrgicas, estudios electrofisiológicos y tratamientos eléctricos de las arritmias, y cateterismos terapéuticos de alta complejidad.
Así las cosas, la Unidad de Cardiopatías Congénitas ha manifestado que pretende abordar de manera adecuada e integral este complejo problema de salud en la población. «Los defectos congénitos estructurales del corazón constituyen la malformación más frecuente al nacimiento y, actualmente, más del 90 por ciento sobreviven hasta la vida adulta gracias a intervenciones realizadas en la edad pediátrica», ha profundizado.
En España se estima una prevalencia de unos 120.000 casos y constituyen una población muy heterogénea con patologías en continuo estado de transformación que requerirán muchas re-intervenciones a lo largo de su vida, y que requieren un seguimiento altamente especializado.