Redacción. El pasado mes de julio de 2022 dieron comienzo en el cementerio municipal de la localidad de Osuna los trabajos de exhumación de represaliados de la Guerra Civil, coordinados por el equipo de investigación del proyecto “Osuna Recuerda: exhumación, memoria e historia de las víctimas de la Guerra Civil”, que lidera Oliva Rodríguez, catedrática de Arqueología en el Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla.
Se trata de una propuesta de investigación solicitada a la Universidad de Sevilla por el Comisionado para la Concordia de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, merced a la subvención recibida de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática del Gobierno de España y que ha contado en todo momento con la colaboración y el apoyo del Ayuntamiento de Osuna. En el proyecto participan especialistas e investigadores de diferentes disciplinas como Arqueología, Historia, Antropología y Comunicación, entre otras. También supone una experiencia didáctica para estudiantes en formación, futuros profesionales en estas áreas. El proyecto cuenta con financiación para proseguir durante toda la futura anualidad de 2023 en el marco del Plan Cuatrienal de la Secretaría de Estado, así como del propio Comisionado de la Junta de Andalucía.
Durante el acto en el que han sido presentados los resultados de este trabajo la catedrática de Arqueología en el Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla Oliva Rodríguez ha indicado que tras unos meses de trabajo basándonos en la documentación conservada, ‘con la que buscábamos los restos de las víctimas de la represión, algunos naturales de Osuna pero también del entorno, hemos encontrado una primera fosa de las cinco que están documentadas en el cementerio de Osuna, y en la que hemos ya documentado 17 víctimas con evidencias de violencia física, proyectiles, tiros… Vamos a seguir trabajando porque hay más de doscientas personas de las que queremos encontrar los restos para devolvérselos a sus familiares’.
El rector de la US, Miguel Ángel Castro, ha mostrado orgullo y reconocimiento a la labor de las universidades que trabajan en este proyecto, y ha indicado que ‘la Universidad desde el conocimiento intenta transformar y entender la realidad’.
Por su parte la Alcaldesa de Osuna, Rosario Andújar, ha resaltado que se trata de un proyecto de gran importancia por su contenido. ‘Ante un hecho tan sensible, tan importante, hay que despojarlo de cualquier tipo de manipulación que se quiera dar en negativo. Un trabajo de investigación para recordar a la sociedad determinados hechos históricos, una deuda con la sociedad y un compromiso social’.
Los trabajos de campo comenzaron en julio de este mismo año, a raíz de la abundante documentación que señalaba a más de 200 víctimas, naturales de Osuna y de otros entornos, que fueron ejecutados y enterrados en fosas en el cementerio municipal. Los diferentes archivos, así como buena parte de la memoria oral, remitían al denominado patio 3 del cementerio, en la actualidad considerablemente transformado por obras y reformas con respecto a su configuración en los años treinta del siglo pasado.
El equipo interdisciplinar del proyecto de investigación “Osuna Recuerda: exhumación, memoria e historia de las víctimas de la Guerra Civil” ha encontrado la primera fosa conformada por, al menos, diecisiete víctimas con evidencias de violencia por arma de fuego. Las huellas de la violencia se encuentran principalmente en la parte craneal de los restos de las personas encontradas. El equipo de arqueólogos encargado de la exhumación estima que pueda haber más de 25 personas en la fosa identificada.
Existen diferentes argumentos para identificar a estas personas como víctimas de la represión del golpe de Estado de 1936. Los primeros indicios son de carácter cronológico, relativos a multitud de objetos que acompañan a las víctimas, propios de la vida cotidiana de estas personas o coherentes temporalmente con los citados episodios históricos. También son visibles indicios antropológicos que describen un depósito múltiple con ausencia de ritualización sancionada socialmente, con presencia de impactos de arma de fuego en zonas vitales compatibles con causa de muerte. Otro indicio que refuerza el estatus de víctimas de estas personas es el carácter demográfico y biológico de las mismas: varones jóvenes y maduros, perfil coherente con los datos de archivo disponibles.
El hecho de haber encontrado una primera fosa con estas características abre nuevas perspectivas de futuro en el desarrollo del proyecto, que proseguirá en los próximos meses. No obstante, plantea nuevos retos científicos y logísticos, al no presentar unos patrones evidentes de localización de las fosas con víctimas de represión e, incluso, al poder combinarse, en las mismas fosas, estas con depósitos ritualizados.