Fermín Cabanillas. El futbolista herrereño Antoñito cuenta desde ayer con una calle en su pueblo, un homenaje al que acudieron buena parte de los vecinos de este pueblo de la Sierra Sur de Sevilla.
La calle se encuentra el recinto ferial de su pueblo, que sólo estaba ocupado unas semanas en verano para acoger las fiestas del pueblo, de modo que esa zona diáfana acogió los primeros sueños de éxito del que hoy es uno de los mejores centrocampista del fútbol español.
Un acto en el que el alcalde, Jorge Muriel, ha hecho mención «al esfuerzo que en su día mostró Antoñito dejando atrás a su familia y amigos para trasladarse a Málaga y comenzar su andadura hasta llegar a jugar en primera división”.
Espejo de jóvenes. Muriel ha dicho también que «a buen seguro, el protagonista de este acto es el espejo de nuestros jóvenes y de todo el pueblo, no hay más que ver que el ambiente que hay en este acto”.
La concejala delegada de Deportes, Isabel Roldán, dijo que siente «como todos los herrereños un orgullo de acompañar en esta jornada a un deportista como Antoñito”.
El propio futbolista ha dicho sentirse “muy emocionado y agradecido por cada detalle que he recibido en la tarde de hoy, más aún, viendo como entre otros familiares, se encuentra mi abuelo, que está más emocionado que yo”.
“Me embargan hoy los recuerdos de cuando jugaba en este mismo parque, donde hoy nos encontramos, momentos imborrables que siempre vivirán conmigo. Nos os quepa la menor duda de que el nombre de Herrera estará siempre presente allá donde vaya”, ha dicho.
Nacido el 24 de diciembre de 1987, se formó en las categorías inferiores del Fuengirola, y debutó en la segunda división con el Polideportivo Ejido. Más tarde, el jugador lo haría en la UD Melilla, UD Almería B y Polideportivo Ejido.
El 8 de julio de 2017 se hizo oficial su fichaje por el Real Valladolid para dos temporadas, y tras ascender a Primera división, renovó.