20 noviembre 2024
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Honorio Aguilar: «El Monasterio San Isidoro del Campo es un espacio con fusión de culturas»

Es un espacio único que se encuentra a 7 kilómetros de Sevilla. Foto: Adriana Ciccaglione.
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Es un espacio único que se encuentra a 7 kilómetros de Sevilla. / Foto: Adriana Ciccaglione.

Adriana Ciccaglione. “Buenos días. Venimos a visitar el monasterio, mire usted qué feliz estoy. Llevo más de 40 años viviendo en Santiponce y es la primera vez que vengo a este lugar. Mi hijo me insistió y hoy me convenció”, el testimonio le pertenece a una señora, quien entraba de brazos al Monasterio San Isidoro del Campo y expresaba su admiración por descubrir este espacio luego de tantos años.

Suele ocurrir. El Monasterio San Isidoro del Campo es un espacio emblemático y nos atrevemos a decir que único por su riqueza arquitectónica y la fusión de estilos artísticos que confluyen en él.

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El doctor en Arquitectura Honorio Aguilar, amante y experto en arte mudéjar es quien hace el recorrido, al cual los invitamos para sumergirnos en un lugar histórico donde sus paredes y pisos, todavía hablan.

Destaca el retablo es de Juan Martínez Montañés. / Foto: Adriana Ciccaglione.

Iglesias yuxtapuestas. Después de pasar por una fachada monumental que le da la bienvenida a propios y extraños, lo primero que recibe el Monasterio San Isidoro del Campo son “dos iglesias yuxtapuestas porque son dos panteones de las familias que hacían competencia por tener estos espacios emblemáticos. Este monasterio es del período del Siglo XIV. Destaca en una de ellas el retablo es de Juan Martínez Montañés”, explica el arquitecto Honorio Aguilar.

Las dos naves son góticas. Una construida por Alonso Pérez de Guzmán, más conocido como Guzmán el Bueno, y la otra por su hijo.

En todos sus espacios se mezcla el arte gótico con el mudéjar. Crear un monasterio por una familia era símbolo de superioridad, de nobleza, de tener un estatus social alto, y ese fue el caso de la familia Alonso Pérez de Guzmán, quienes en 1301 se propusieron hacer esta infraestructura.

Las dos naves son góticas. / Foto: Adriana Ciccaglione.

El monasterio fue creado para que estuvieran la Orden de los Cistercienses; siendo el claustro más meridional de toda Europa, que estuvieron en él hasta 1431. Los cistercienses fueron sustituidos por los ermitaños de los Jerónimos y en 1568 fue ocupado por la Orden de San Jerónimo.

Además de los retablos, el espacio de los coros es sencillamente un espacio particular, donde se aprecia la labor artesanal en madera, en finos acabados, pero además un “facistol para colocar los libros de cantos elaborados en pergamino y con cubierta de piel de cordero con la escritura propia en latín como lo encomendaba El Vaticano”, indicó el arquitecto. Los libros de grandes dimensiones, eran de este tamaño para ser vistos por todos los integrantes del coro, al momento de hacer la liturgia de las horas.

Es doctor en Arquitectura y un apasionado del arte mudéjar. / Foto: Adriana Ciccaglione.

Los claustros. Claustro de los muertos es el nombre que se le asigna a un espacio que comprende el patio de la hospedería, las galerías, el refectorio, el acceso al huerto, el locutorio, la sala capitular y la sacristía, entre otros lugares.

“En este claustro estamos ante la presencia del estilo mudéjar en toda la amplitud de la palabra. Hay cornisas de rollo o modillones tipo califal cordobés. La planta es rectangular, con doble galería y arcos peraltados enmarcados en alfices. El tipo de arco escantillado con ladrillos cortados forman parte de la tradición mudéjar”, manifestó Honorio Aguilar.

La combinación de estilos, es lo que lo hace fascinante. / Foto: Adriana Ciccaglione.

Mientras que el conjunto de pinturas murales, están repartidas por todo el monasterio y son del Siglo XV.

Desde el Patio de los Evangelistas se puede observar además el Reloj del Sol, “único en la provincia de Sevilla, porque es un reloj triple con tres caras o cuadrantes que da la hora y se puede ver desde el Sur, Este y Oeste”.

Es un monasterio cristiano entre el arte mudéjar que se encuentra en los murales. La Sala Refectorio era donde se reunían los frailes, para comer. Tiene bóvedas de crucería cuatripartita. Posee diversas pinturas, entre las que destaca La última cena”.

Además está la Sala Capitular que tiene una muestra pictórica donde se exhibe la vida de San Jerónimo, desde el primer cuadro en el cual se representa la sabiduría del santo a través de su nacimiento lleno de abejas, hasta un fresco donde se observa al santo dictando clases.

La biblia del oso. Según la tradición allí estuvo enterrado San Isidoro de Sevilla hasta que fue trasladado a León en 1063.

“Aquí se escribió y editó una de las primeras biblias en lengua castellana. La llamaron La Biblia del Oso su traductor fue Casiodoro de Reina. Hay una leyenda que dice que la sacaron en tarros de miel, porque estaba prohibido traducir los libros sagrados. Lo que sí es cierto, es que en la portada tiene una ilustración de un oso, de allí su nombre”.

Se puede ver La última cena y obras pictóricas, algunas relacionadas con el barroco. / Foto: Adriana Ciccaglione.

Monumento. Desde que se fundó hasta nuestros días, ha sufrido diferentes cambios. En 1835 hubo una exclaustración en toda España, con la Desamortización de Mendizábal el convento perdió su condición.

Para 1936 “intentaron tirarlo entero. Y en 1956 los jerónimos vuelven a fundar el monasterio que luego abandonarán en 1978. En 1989 hicieron la primera restauración integral y en el 2002 se abre al público abiertamente como monumento”, explicó el arquitecto Honorio Aguilar.

Hay unfascitol para colocar los libros de cantos elaborados en pergamino. / Foto: Adriana Ciccaglione.

Para el sábado 30 de marzo, el arquitecto realizará una visita guiada a las 11.00 de la mañana, para explicar los elementos arquitectónicos y artísticos de la infraestructura.

“Lo más importante de este monasterio es la mezcla de estilo mudéjar, barroco y gótico. El enclave está elevado sobre el Guadalquivir. Lo más interesante son las pinturas murales. Es un espacio muy singular, desconocido pero con fusión de culturas, donde se conjugan diversos estilos arquitectónicos”, dijo el experto.

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