La Coronación Canónica de María Santísima de la Sangre será, sin duda, el acontecimiento más importante y celebrado de la Villa, después de más de cuatro años de espera, desde que la Hermandad presentara su petición formal en el año 2019 a Monseñor Asenjo, Arzobispo de Sevilla en aquel entonces.
Circunstancias varias, como el cambio de Arzobispado, o la pandemia, desencadenaron un retraso en el proceso, y no fue hasta febrero de este año cuando el actual Arzobispo hispalense, Monseñor Sáiz Meneses, concediera por fin la fecha con la que tantos Sangristas llevaban soñando.
La coronación será a las ocho de la tarde, del sábado 8 de junio de 2024, y en su plaza, la plaza de España, en el corazón de su pueblo y lugar insigne donde la Virgen de la Sangre recibe las ofrendas de sus romeros, acompañada de sevillanas, piropos, oraciones y vivas, cada domingo de Romería.
UNA DEVOCIÓN DE MÁS DE 500 AÑOS
María Santísima de la Sangre es una talla de candelero de autoría y fechas desconocidas, aunque se estima que el origen de su Advocación nace en el siglo XV (entre el año 1450 y 1500), cuando fue hallada por un niño pastor al que sanó milagrosamente de sus heridas, según cuenta la leyenda. Allí, en el “Cerro Palito”, se irguió su Ermita y se le dio culto junto a San Sebastián, Patrón de la localidad y titular también de aquella Hermandad. En 1814, por el estado ruinoso de su ermita, sus titulares fueron trasladados en depósito a la Iglesia Parroquial, donde finalmente se acabarían estableciendo.
En 1982, durante la restauración llevada a cabo por D. Juan Manuel Miñarro López, se descubre que en el interior de la Virgen de la Sangre se encontraba una Virgen más pequeña, probablemente de talla completa, que servía como base de la actual imagen y que se trataría de la primitiva Virgen de la Sangre. Este hallazgo fue de gran transcendencia ya que confirmaba, de alguna forma, la teoría sobre los inicios de su antiquísima Advocación.
ILUSTRES Y NOBLES TAMBIÉN DE LA SANGRE
La Virgen de la Sangre ha sido una imagen muy Venerada, de una gran Devoción, como prueban las dos indulgencias concedidas a lo largo de su amplia historia. Su Ermita se ubicaba en el Camino Real que unían Sevilla y Portugal, por donde transeúntes, peregrinos y personas de la nobleza, no solo tenían que pasar, también paraban para encomendarse a Ella, e incluso a pernoctar.
Entre las personas ilustres de la localidad y grandes devotos de la Virgen de la Sangre, podemos nombrar a los Excelentísimos Sres. Marqueses de Villavelviestre (con quienes continúan estrechamente vinculados), Marqueses de la Motilla, Duque de Águilas, D. Jerónimo Desen, los Sres. hermanos Paúl y Pages y D. Manuel Martínez de Azcoytia, entre otros.
Pero la Devoción a María Stma. de la Sangre es compartida también con otros nobles relevantes, como la Casa de Alba. Un vínculo que nacía el día en que Dña. Cayetana Fitz-James Stuart visitara a Huévar, como invitada de honor para inaugurar la casa hermandad, y quedara “prendada” de la dulzura de la aquella Virgen Bonita. Tanto que Dña. Cayetana mandó a colgar un cuadro de su Virgen de la Sangre en su capilla personal, del Palacio de las Dueñas, y volvería por segunda vez a poner sobre la Venerada Imagen su escudo de Casa de Alba.
CORONA DE AMOR Y DE CARIDAD
La Caridad siempre ha tenido un gran protagonismo en la historia de esta Hermandad. Desde sus orígenes, la Ermita de la Virgen de la Sangre y San Sebastián, ha servido como hospital y lugar de acogida para los más necesitados. Además, la Hermandad ofreció su terreno, a extramuros del pueblo, como cementerio religioso, evitando así que los difuntos de Huévar acabaran en fosas comunes, cuando una orden de Carlos III prohibía el enterramiento de cuerpos en los pueblos y las Iglesias para evitar la propagación de la “peste de pasaje”.
Precisamente, por su magnífico legado y su rico patrimonio material e inmaterial, e indiscutiblemente trascendental en la historia también de Huévar, la Coronación Canónica de María Santísima de la Sangre y su Divino Hijo será el acto culmen de un camino fiel a sus orígenes que otorgará, a la Reina de los Hervenses, esta importantísima y merecida distinción a través de la caridad, que seguirá teniendo un papel fundamental entre las actividades programadas. Entre ellas, cabe destacar la culminación de la restauración de la Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción (donde actualmente tiene su Capilla), o la colaboración estrecha con asociaciones varias, o la aportación mensual (tanto de alimentos como económica) con Cáritas Parroquial, y con las Hermanas de la Cruz, sin olvidar, por supuesto, que se trata de una Hermandad Franciscana y que actualmente se encuentra colaborando estrechamente con la Custodia Franciscana de Tierra Santa.
En ese sentido, La Coronación Canónica de María Santísima de la Sangre y su Divino Hijo, será un acto Solemne, a la altura de una de las Advocaciones más arraigadas de Huévar, y que volverá a reafirmar esos “lazos de sangre” existentes con la designación de las Hermanas de la Cruz, como camareras de honor de la Virgen, así como de sus padrinos que, como no podía ser de otro modo, estarán compuestos por el duque de Alba, D. Carlos Juan Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo, y la marquesa de Villavelviestre, Dña. Ana Díaz-Trechuelo Guanter.
Coronas de amor y de caridad labradas con dedicación por D. Fernando Marmolejo y que serán impuestas, tanto al Niño Jesús como a María Santísima de la Sangre, durante una hermosa ceremonia amenizada por la melodía más especial, entre ellas la del Himno, en el que ya trabaja con el amor de un hijo, el compositor y hermano de la hermandad D. Martín Salas Martínez, para ese día único que pasará a la historia, un día para el recuerdo, pero sobre todo, un día especialmente dedicado a todos esos Hervenses Sangristas que a lo largo de sus más de 500 años trabajaron incansables por mantener y engrandecer esta gran Devoción, hoy por fin reconocida.
