Redacción. La empresa sevillana Raf Protección ha sacado adelante un dispositivo ideado para facilitar la apertura de puertas, y reducir el riesgo de contagio por COVID-19, mediante un adaptador que evita el contacto directo con los tiradores.
Se trata, según un comunicado de la empresa, de evitar el contacto con «uno de los objetos que registra mayores niveles de contaminación, garantizando así la protección necesaria para su uso», como afirma el gerente y director técnico de la compañía, Rafael Millán.
Según ha sostenido, se trata de un ingenio que se ha venido testando durante las últimas seis semanas en distintos centros de trabajo de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en las provincias de Cádiz y Sevilla, con resultados satisfactorios.
3.000 piezas diarias
Con una capacidad de poner en el mercado 3.000 piezas diarias de este nuevo dispositivo de seguridad, la comercialización tiene como objetivo llevar el producto a todas las personas y entidades que lo necesiten, en edificios públicos, centros de trabajo, hospitales y centros sanitarios, instalaciones industriales y deportivas, establecimientos comerciales, hostelería, centros educativos o comunidades de vecinos.
Millán ha sostenido que se trata de un producto innovador y necesario para las desescaladas del confinamiento, porque “ofrece no solo seguridad física, sino también la subjetiva y emocional que toda persona necesita para realizar su vida con normalidad”.
Los tiradores de seguridad Raf se elaboran mediante un proceso industrializado que asegura su calidad y diseño durante su producción. Asimismo, destacan por su resistencia y facilidad de montaje.
De igual modo, en los elementos como este dispositivo, fabricados por inyección de plástico, se puede garantizar una perfecta desinfección que no es posible en el caso de aquellos que han sido impresos en 3D.