Redacción. El párkinson es una enfermedad crónica y neurodegenerativa de la que hoy se conmemora el día mundial. En Andalucía hay alrededor de 35.000 personas diagnosticadas. Esta enfermedad asociada al envejecimiento que tiene origen desconocido ha incrementado su prevalencia por el aumento de la esperanza de vida.
Para intentar frenar sus síntomas motores y el deterioro cognitivo, consustanciales a la patología, la Unidad de Párkinson del Hospital Universitario Virgen Macarena aboga por la investigación y la implementación de nuevas vías terapéuticas, cuyos primeros resultados en pacientes avanzados son esperanzadores.
A pesar de que la principal característica de esta afección está asociada a disfunciones motoras como el temblor, la rigidez o la pérdida de habilidad para realizar actividades, hay otra sintomatología que precede entre cinco y diez años al afloramiento de estos trastornos del movimiento. El deterioro cognitivo.
Actualmente la unidad del hospital sevillano, que trata a alrededor de 400 pacientes con párkinson, participa en un estudio multicéntrico que valora la eficacia de una de las moléculas usadas hasta ahora en la enfermedad de alzhéimer para frenar el deterioro cognitivo del párkinson. «Esperamos resultados positivos en los próximos años», manifiesta Julio Dotor, neurólogo coordinador de una unidad que a día de hoy participa en diez ensayos clínicos relativos a distintos trastornos delmovimiento.
Más allá de la investigación, y para intentar atajar el ‘ahora’ de la enfermedad, la referida Unidad de Párkinson del Hospital Universitario Virgen Macarena está aplicando dos nuevas terapias para pacientes avanzados que están suponiendo un salto cualitativo en la calidad de sus vidas.
«La nueva formulación de levodopa/ carbidopa/ entacapona con administración en infusión mediante bomba a través de sonda de gastrostomía y la nueva terapia de levodopa de administración subcutánea mediante dispositivo en 24h, son nuevos tratamientos farmacológicos que están reportando resultados prometedores. En el caso de la segunda terapia, poder usar la vía subcutánea para la administración continua y control sintomático en pacientes seleccionados ha supuesto una mejora sustancial», aduce el facultativo.
