Redacción. Un grupo de científicas de 13 centros de investigación, incluida la Universidad de Sevilla, ha realizado un estudio en detalle de su profesión. Estas científicas descubren cuáles son las barreras que les impiden tener éxito.
Las investigadoras son parte del Comité que lidera una Red internacional para mujeres en las geociencias costeras y la ingeniería (WICGE por sus siglas en inglés)- y abarcan Australia, Nueva Zelanda, Irlanda, Francia, el Reino Unido, Méjico y España. Ellas han descubierto que, aunque las mujeres representan un tercio de la comunidad de geociencias costeras e ingeniería (GCI), solo están representadas en aproximadamente uno de cada cinco puestos/roles de prestigio.
Las investigadoras han analizado la representación de cada género en los paneles y comités de nueve sociedades de dicho campo de investigación, 25 revistas científicas y 10 conferencias internacionales de carácter periódicas. Adicionalmente, realizaron una encuesta global que fue respondida por 314 personas.
Los resultados se acaban de publicar en Palgrave Communications, revista de ciencias sociales que pertenece al grupo editorial de la revista científica Nature.
La investigadora y catedrática de la Universidad de Sidney Ana Vila-Concejo, primera autora y principal responsable del estudio, ha dicho que las soluciones y sugerencias propuestas en el artículo son relevantes para las mujeres en la ciencia y de forma general. “Nuestros resultados son importantes no solo para nuestro campo de investigación, también para otros campos científicos como la tecnología, ingeniería y matemáticas. El análisis de las respuestas a la encuesta fue más duro de lo que habíamos previsto; nos quedamos en shock y fue imposible leer todas las respuestas a la vez. Algunas historias eran sobrecogedoras”, resalta Vila-Concejo.
Aspectos que frenan a las mujeres. Esterotipos de género- se trata de la manifestación más común de la desigualdad en GCI. El estereotipo de que la mujer en STEM (Science, Technology, Engineering, and Mathematics) no es competente (o es incompetente), al igual que no ser tomada en serio en el trabajo es uno de los temas clave.
El ‘Club de los chicos’- tal y como expresaba uno de los encuestados: “durante una entrevista de trabajo, el ingeniero jefe me explicó como ellos tenían un ‘Club de Chicos’ en la oficina. Me ofrecieron el trabajo, pero yo dije que no ya que no quería trabajar en ese tipo de ambiente de trabajo”.
El ‘muro maternal’ se refiere a la creencia de que el desempeño y cumplimento del trabajo de una mujer se ve afectado por el hecho de tener hijos.
Microagresiones y acoso: ser ignorada en favor de un colega masculino también ha resultado ser un aspecto clave, por ejemplo, una de las encuestadas declaró: “Conseguí mi primera gran financiación para un proyecto y empleé a un estudiante post-doctoral (masculino). Los socios del proyecto lo trataban a él como si fuera el jefe”. Otras respuestas obtenidas en el estudio hacen alusión a la apariencia “comentarios sobre mi preciosa cara como recurso para atraer clientes”.
Resultados.
• Las mujeres representan un 30% de la comunidad internacional en GCIE, aunque existe una baja representación de las mismas en roles de prestigio tales como ser miembro de equipos editoriales de revistas (15% son mujeres) y en comités organizadores de congresos (18% son mujeres).
• Los datos muestran que la baja representación es menos acentuada cuando las pautas para acceder a un rol de prestigio están claramente definidas y los candidatos se pueden nominar a sí mismos o presentarse como voluntarios en lugar de la forma tradicional de acceso en la que se accede bajo invitación únicamente.
• A través del análisis de las opiniones de 314 encuestados (34% hombres, 65% mujeres y 1% otros), hemos encontrado que el 81% percibe la falta de modelos a seguir como un obstáculo clave para la equidad de género, y una proporción significativamente grande de mujeres (47%) se sienten estancadas en su carrera debido a su género en comparación con los hombres (9%).
La investigadora de la Universidad de Sevilla Emilia Guisado-Pintado, del Área de Geografía Física (Facultad de Geografía), forma parte de esta Red desde que se creó y es co-autora del artículo. “Descubrir que la mayoría de las revistas en las que publicamos nuestros hallazgos científicos, así como las conferencias a las que asiduamente asistimos, no contaban con una representación femenina acorde a la realidad (más de la mitad de las revistas analizadas contaban con menos de un 10% de mujeres en sus Comités editoriales) fue devastador y muy desilusionante”, asegura. “Estos resultados, sin embargo, nos impulsaron a luchar por un cambio apoyando desde nuestra Red candidaturas de investigadoras cualificadas para dichos roles de prestigio”.
Soluciones. Este grupo internacional de científicas propone varias soluciones:
1. Proponer más mujeres en roles y posiciones de prestigio.
2. Promover y apoyar a mujeres con alto rendimiento.
3. Crear conciencia de los prejuicios de género y las desigualdades.
4. Hablar alto.
5. Obtener un mejor apoyo en la vuelta al trabajo de la maternidad.
6. Redefinir el término éxito.
7. Motivar a más mujeres en edad temprana.
En este punto, la profesora de la US Emilia Guisado-Pintado aclara que “los primeros cuatro pasos que recomendamos pueden ser implementados satisfactoriamente de forma inmediata, mientras que el resto necesita de apoyo y compromiso institucional ya que representan grandes retos sociales”.
Las organizaciones participantes en este artículo son: La Universidad de Sídney, Universidad de Macquarie, Universidad de Wollongong, Universidad de Bournemouth, Universidad de Waikato, Universidad de Edge Hill, Universidad de Sevilla, Universidad Nacional de Irlanda Galway, Universidad de Flinders, Universidad de Baja California, Universidad de Newcastle, Universidad de Burdeos, UNSW Sydney.