Redacción. Un equipo de investigadores de la Pablo de Olavide (UPO), la Universidad de Sevilla (US) y el Instituto Valenciano de Conservación, Restauración e Investigación están desarrollando una herramienta con la que diagnosticar el riesgo de incendios en zonas con fortificaciones medievales para poder prevenir el efecto de esos desastres ambientales, cada vez más habituales por el cambio climático –sequías y tormentas extrema–, en el patrimonio.
El equipo de 20 profesionales que hay detrás del proyecto Fénix, que así es como se denomina la segunda parte del premiado Art-Risk, recientemente premiado con el Europa Nostra 2021 por sus investigaciones en Inteligencia Artificial Aplicada a la Conservación Preventiva, ha determinado 29 puntos de interés en Andalucía, que en el caso de la provincia de Sevilla suman ocho municipios con fortificaciones medievales, a saber: Sevilla, Utrera, Écija, El Coronil, Marchena, Guadalcanal, Aznalcázar y Morón de la Frontera.
En el resto de Andalucía, los puntos de estudio abarcan desde Niebla, Gibraleón y Zufre a Sanlúcar de Barrameda, Cádiz, Tarifa, Algeciras, Córdoba, Priego de Córdoba, Santaella, Málaga, Marbella, Antequera, Porcuna, Andújar, Sabiote, Martos, Almuñécar, Albaicín de Granada, Guadix y Almería.