Fermín Cabanillas. Muy poca gente conoce su cara, pasa desapercibida por la calle, pero Iratxe Gómez está en muchos de los bolsillos, bolsos o maletas de muchas personas de habla hispana. Es la voz de SIRI, el asistente virtual de Apple, y una enamorada de Sevilla, que, por lazos familiares, visita al menos tres veces al año.
Esta profesora de inglés vasca de 45 años no solo ha sido la voz de SIRI en España desde que el 28 de abril de 2010 se puso en marcha el asistente virtual de Apple en varios dispositivos. Antes de estar en el iPhone o el iPad, llevaba muchos años dando instrucciones desde el GPS del coche.
Natural de la localidad vizcaína de Zamudio, Iratxe define a Siri como «semihumana«. Recuerda que «hace años buscaban una voz para una empresa bancaria en español e inglés, para lo que me hicieron varias pruebas», y poco después informó por mail a los encargados del primer translate de voz de los errores que ella misma había detectado, «sobre todo por falta de fonemas y monemas». A partir de ese momento fue naciendo algo con lo que nos hemos familiarizado sin saberlo: la voz de Mónica en el GPS. En realidad es el nombre de su hermana, porque Iratxe era un nombre demasiado «vasco» para asociarlo a toda España fácilmente.
Ella grabó para una empresa llamada NUANS la voz de mujer que nos guía en el GPS de nuestro coche en muchas marcas, sobre todo de gamas medias-altas, que «primero era una versión robótica, hasta que las gamas más altas reclamaron voces naturales para sus navegadores». «Fue entonces -explica – cuando mi voz se comenzó a asociar con ese tipo de coches, y la gente de Apple se interesó por esa voz».
Para ella fue todo un peregrinaje, ya que su trabajo la llevaba por distintas partes del mundo, y casi tenía que buscar un estudio de grabación en cada lugar donde vivía. Así, la Siri española tiene partes grabadas en Vitoria, Estados Unidos, Hong Kong, Pekín, Stuttgart o Barcelona.
«Un día vi en la tele a un mago haciendo un truco con un iPhone y entonces me reconocí en la voz de la mujer que salía del teléfono, y me di cuenta de que era yo, que la voz que había grabado para los GPS también era ahora la de Apple». Su teléfono no pudo darle pistas porque funciona con un sistema operativo Android.
La palabra clave que define su trabajo como Siri es «alófonos». Iratxe no grabó en su día todas las palabras que dicen el GPS y la asistente virtual de Apple, ya que sería casi imposible, sino que grabó los alófonos, es decir, cada uno de los sonidos que en un idioma dado se reconocen como un determinado fonema, sin que las variaciones entre ellos tengan valor diferenciativo. La unión de esos alófonos en función de lo que se le pregunta a Siri forma las palabras, por lo que Iratxe contesta con tecnología a la verbalización del usuario del iPhone.
Con todo, la aplicación es casi perfecta y la voz de Iratxe verbaliza casi todo lo que se le pide con una perfección increíble, hasta el punto de que está tan identificada con su personaje que «mi familia dice que Siri tiene hasta mi mismo sentido del humor», algo que se puede comprobar cuando se le hace a la aplicación alguna pregunta irreverente.