Redacción. El conjunto arqueológico de Itálica, enclavado en Santiponce y que aspira a la declaración de Patrimonio Mundial como exponente del urbanismo y la arquitectura en la etapa del emperador Adriano, contabilizó un total de 155.496 visitas durante todo el año 2023, superando así ampliamente las 123.837 visitas de 2022; pero sin alcanzar aún la marca de 168.224 visitantes de 2019, último año completo previo a la pandemia.
Según la última actualización de la Estadística de la Red de Espacios Culturales de Andalucía, emitida el pasado 14 de febrero, las ruinas de Itálica, caracterizadas por su espectacular anfiteatro, registraron entre enero y diciembre un total de 155.496 visitas.
Tiempo atrás, recordémoslo, el Grupo de IU en el Ayuntamiento de Santiponce, que gobierna actualmente el municipio, denunciaba que como consecuencia de la «falta de personal» en el conjunto arqueológico de Itálica, «durante las fiestas y los fines de semana, las taquillas del monumento se cierran y quedan sustituidas por un cartel que indica la entrada libre», lo que «impide contabilizar las visitas reales», siendo posible acceder al recinto sin obtener entrada ni ser contabilizada la entrada, como ha comprobado Europa Press recientemente.
La actualidad de este enclave, recordémoslo, está actualmente marcada por la investigación con georradar y tomografía de resistividad eléctrica que ha detectado indicios de vestigios arquitectónicos de lo que habría sido el circo de la antigua ciudad romana, en el espacio comprendido entre el acceso principal al recinto arqueológico y el antiguo teatro. Recientemente, por cierto, encargada la segunda fase de esta investigación que ha devuelto al enclave a la primera línea de la expectación mediática.
Además, recientemente han sido reabiertas al público las secciones abovedadas del anfiteatro, tras diez años cerradas, y el mirador del teatro, nuevos alicientes para visitar este enclave icono del patrimonio histórico de la provincia.
EL MONASTERIO DE SANTIPONCE: JOYA PATRIMONIAL
El monasterio fortificado de San Isidoro del Campo, fundado en 1301 en Santiponce, cerca de las ruinas de Itálica, y auténtica joya del gótico y el mudéjar, fue el segundo enclave de gestión autonómica más visitado de 2023 en la provincia de Sevilla, con un total de 39.297, rozando ya la marca de 41.556 visitas de 2019, antes de la irrupción de la pandemia, en el marco de su «renacimiento» tras la intensa campaña promovida desde la sociedad civil para reimpulsar este emblemático enclave.
En cuanto al conjunto arqueológico de Carmona, cuya extensa necrópolis romana fue el primer yacimiento arqueológico en abrir sus puertas al público en España el 24 de mayo de 1885, contabilizó durante todo el año 2023 un total de 38.240 visitas, también cerca de las 39.566 visitas de 2019.
El conjunto arqueológico del antiguo asentamiento romano de Munigua, enclavado en la ladera de una colina de unos 150 metros de altura, en lo que actualmente constituye el término municipal de Villanueva del Río y Minas, contabilizó de su lado 6.600 visitas durante el periodo comprendido entre enero y diciembre.
Fundada en el siglo I antes de la era actual para la explotación de los recursos mineros de la zona de Sierra Morena donde se ubica, –principalmente cobre y hierro–, esta población prosperó hasta convertirse en «centro económico, político y religioso» de su entorno durante los cuatro primeros siglos de la era en curso.
AÚN SIN DATOS DE LOS DÓLMENES DE VALENCINA
Los dólmenes de La Pastora y de Matarrubilla, enclavados en Valencina de la Concepción y legado del asentamiento humano que habitó el sector norte de la cornisa del Aljarafe durante la Edad del Cobre, siguen sin contabilizarse en estadística autonómica, pese a que sí es posible visitar el ‘tholos’ de La Pastora. Según datos facilitados por el Ayuntamiento de Valencina, el enclave de La Pastora acogió 9.464 visitas entre enero y agosto de este año.
Tras permanecer cerrados desde el comienzo del primer estado de alarma por la pandemia alegando motivos de prevención frente al virus, a comienzos de 2022 trascendía que el ‘tholos’ de La Pastora ya había recuperado sus visitas culturales, mientras el de Matarrubilla seguiría cerrado porque el propietario de la finca donde se ubica no permitiría el tránsito por el camino que conduce al recinto megalítico.