Redacción. La Sección de Fondo Antiguo y Archivo Histórico de la Biblioteca de la Universidad de Sevilla ha finalizado el proyecto de digitalización de los impresos andaluces de su fondo histórico. Ello ha sido posible gracias a una subvención del Ministerio de Cultura y Deporte, al esfuerzo del equipo de digitalización de la Sección, y especialmente de las dos técnicas que han realizado el trabajo con gran profesionalidad, Ana María Prados Aguilera y Cristina Martín Alberdi.
Desde que el desarrollo de las técnicas de digitalización lo permitieron, las bibliotecas históricas españolas han venido acometiendo, cada una en la medida de sus posibilidades, la tarea de poner a disposición del personal investigador su patrimonio bibliográfico y documental, proporcionándoles, sin restricciones de ninguna clase, acceso a los textos completos, y ofreciendo parámetros de calidad cada vez más exigentes.
Como respuesta al problema de la dispersión de los proyectos abordados por las diferentes instituciones, estas han ido asumiendo a lo largo de los últimos años el compromiso de seguir unas pautas comunes que permitieran la integración de todos los proyectos de digitalización del fondo antiguo de bibliotecas españolas en un único recolector, HISPANA, que proporciona acceso a un número ingente de libros antiguos digitalizados.
Si hace un año, también gracias a una subvención del Ministerio de Cultura, se pudo llevar a buen puerto la digitalización de todo el fondo manuscrito de nuestra institución, en el cierre de 2022 vemos concluida la digitalización del fondo de libros antiguos impresos en ciudades andaluzas, destacando como es natural el número de impresos sevillanos y granadinos, aunque están representadas en mayor o menor medida prácticamente todas las ciudades: Sevilla, Cádiz, Córdoba, Granada, Écija, Osuna, Carmona, Jerez de la Frontera, Málaga, Jaén, Baeza, Antequera, etc.
La digitalización de ejemplares de libros impresos en Andalucía entre los siglos XV y principios del XIX es una nueva aportación de la Universidad de Sevilla a la realización de estudios andaluces sobre la historia del libro y la imprenta. Ello sin perjuicio del interés y el valor histórico que tengan cada uno de los ejemplares. Aunque como es habitual cuando se habla de fondos bibliográficos antiguos el predominio corresponde a las obras de carácter religioso y jurídico, no dejan de estar representados otros ámbitos del conocimiento y la historia de la cultura: obras históricas y literarias, libros de medicina, relaciones de sucesos, etc.
En total se han digitalizado 1.548 impresos, sumando un total de cerca de 190.000 imágenes. Es muy difícil destacar las obras relevantes de un fondo tan amplio, pero destacan en el conjunto el Speculum ecclesie cum multis additionibus, editado en Sevilla, en el año 1512, por uno de los impresores más importantes de la imprenta sevillana de todos los tiempos, Jacobo Cromberger. Jacobo fue uno de los miembros de la dinastía de los Cromberger, que editó libros de enorme belleza, y que fue la primera en llevar la imprenta al continente americano.
Se han incluido en el proyecto ejemplares de varias ediciones nebrisenses, dadas a luz principalmente en Granada y Antequera por los hijos y el nieto del gramático. Ejemplares istribuidas en una serie de tomos de varios y estudiadas por cierto por los profesores Juan Delgado y José Solís en la exposición que organizó la Biblioteca de la Universidad con motivo del centenario de la muerte de Antonio de Nebrija. Una de esas ediciones es la de la obra Hymnorum recognitio per Antonium Nebrissen. cum aurea illorum expositione, editada en Granada por Sancho de Nebrija en 1549.
Otra familia de impresos especialmente bien representada en el fondo antiguo de la BUS es la de las llamadas “relaciones de sucesos”, impresos noticiosos que daban noticia de acontecimientos de diversa índole. Sirve de ejemplo esta relación, perteneciente al grupo de las relaciones de solemnidades, e impresa en Sevilla por Luis Estupiñán en 1610. Se trata de la Relacion de la fiesta que se hizo en Sevilla a la beatificacion del glorioso S. Ignacio fundador de la Compañia de Iesus.
A este mismo grupo de relaciones de solemnidades cabe adscribir un impreso sevillano, de la imprenta de Francisco Sánchez Reciente, que vio la luz en 1729. En este caso el motivo de la celebración es la entrada de Felipe V en la ciudad. Las entradas reales daban a pie a fastuosas celebraciones en las que ocupaban un lugar central monumentos efímeros en cuya descripción se esmeraban las crónicas, a menudo poéticas. El libro lleva por título Métrica delineación del Arco triumphal, que el arte ilustre de la plateria erigió en la plaurible entrada de sus magestades i altezas en la mui noble i mui leal ciudad de Sevilla el dia 3 de febrero de este año de 1729…
Está bien representada la ciudad de Baeza, cuya imprenta se mantuvo particularmente activa en las primeras décadas del siglo XVII. En la BUS se contabiliza una veintena de impresos baezanos entre 1568 y 1639, a los que hay que añadir impresos sevillanos hechos sobre originales baezanos. Señalamos aquí el que quizás sea el libro más importante de los salidos de las prensas de aquella ciudad, las Empresas espirituales y morales en que se finge que diferentes supuestos las traen al modo estrangero, representando el pensamiento en que más pueden señalarse, assí en virtud como en vicio, de manera que pueden servir a la christiana piedad, del baezano Juan Francisco de Villava, obra adscrita al género de la emblemática, impresa por Fernando Diaz de Montoya en 1613.
Un número muy importante de las obras digitalizadas se custodian en la Biblioteca de Humanidades y portan el sello de la donación que hizo en 1925 a la Facultad de Filosofía y Letras el erudito y bibliógrafo Joaquín Hazañas y La Rua. A esta donación, rica en impresos sevillanos de gran rareza, pertenece la edición sevillana, por Juan Cabezas, 1676, de la Exhortacion que haze a los devotos de la Congregacion de venerables sacerdotes de Sevilla un religioso devoto del Apostol San Pedro …
Junto a las obras de carácter religioso y jurídico, con diferencia las más abundantes en el periodo de la imprenta manual, ocupaban un papel destacado los libros de medicina. Muchos de ellos eran folletos conteniendo disputas enfrentando a los defensores de la tradición galénica y los partidarios de las innovaciones, y otros tantos versaban sobre las epidemias y el modo de prevenirlas y remediarlas. No faltaban tratados sobre enfermedades concretas, como el Tratado de Morbo Gallico, en el qual se declara su origen, causas, señales, pronósticos y curación…, de Pedro López Pinna, impreso sevillano, por Juan de la Puerta, 1719.
El acceso a los fondos digitalizados puede hacerse bien desde la colección creada dentro de la plataforma Internet Archive, o bien desde IDUS, repositorio de la Universidad de Sevilla. El acceso también se verifica desde el recolector HISPANA.