Redacción. La historia de la Casa Guardiola se remonta al siglo XIX, en pleno romanticismo sevillano, cuando Andrés Parladé y Sánchez de Quirós, conde de Aguiar, delegado regio de Bellas Artes y delegado-director de las excavaciones de Itálica, la manda construir.
Según A. Villar Movellán en su libro Arquitectura del Regionalismo en Sevilla, 1900-1935, explica que «la Casa Guardiola es una casa modelo en muchos aspectos, entre otros por ser arquetípica del estilo sevillano tal como se entendería el regionalismo, adelantándose con ello en 20 años a la formulación de este concepto».
«Este edificio sería para el regionalismo, salvando las distancias, lo que fue la casa Tassel de Victor Horta para el Art Noveau, o el Café Restaurante de la exposición de 1888 en Barcelona para el Modernismo Catalán, es decir, un primitivo», continúa.
Tiene todas las características de las casas señoriales de la época, accediéndose a través del patio apeadero, por un lado, al patio de caballos y por el otro a la vivienda, donde se encuentran el patio principal, logia, jardín, salones y otras dependencias.
La casa la compra el empresario, agricultor y ganadero Salvador Guardiola Fantoni, trasladándose en 1945 a vivir con su familia, siendo sus herederos los actuales propietarios.
La Casa Guardiola está ubicada en pleno centro histórico de Sevilla, y está perfectamente comunicada con paradas de taxi, metro y tranvía, así como parking público.