EP. La Catedral de Sevilla ha recibido a casi 200.000 visitantes desde la reapertura al público el pasado 10 de mayo; en concreto, 199.512 personas, con lo que se ha mantenido una tendencia creciente desde ese mes, una cifra cercana al 10 por ciento.
Del total de visitantes, el 56 por ciento es turista nacional y del resto (44%), un 37 por ciento es europeo, con predominio de franceses, seguidos de italianos e ingleses. El público americano ronda el 6 por ciento, según han informado fuentes de la Catedral a Europa Press.
El turismo nacional tiene una «fuerte componente regional y local», puesto que el 38 por ciento es andaluz, de los que un 27 por ciento son sevillanos. Del resto de comunidades autónomas destacan Cataluña (18%), Madrid (12%), Valencia (6%) y Pais Vasco (5%).
TENDENCIA AL ALZA EN LAS VISITAS
La Catedral de Sevilla recibía más de 20.000 visitantes en las tres últimas semanas de mayo, tras la reapertura al público del templo metropolitano y de la Giralda el día 10 de ese mes, «siempre de forma progresiva y con un restrictivo control de aforo y seguridad Covid».
Durante este periodo y con horarios escalonados, se recibieron 20.652 visitas, «lo que invitaba entonces a la esperanza en la paulatina recuperación«, pero sin olvidar que ese dato «únicamente representaba el 15 por ciento del nivel de visitas alcanzado en el mismo periodo de 2019».
Además de la visita ordinaria, la Catedral organiza visitas guiadas en sus dos modalidades: Catedral y Giralda, en grupos reducidos. Asimismo, ofrece la posibilidad de realizar visitas a las cubiertas del templo en horario nocturno durante el verano.
La subida a las cubiertas forma parte de la oferta cultural de la Catedral desde hace tiempo con una «magnífica aceptación» tanto por residentes como por visitantes extranjeros. En esta versión nocturna, la «experiencia se enriquece con juegos de luces y sombras y con el recogimiento que aporta la oscuridad».
Todas las visitas se realizan bajo los más cuidados protocolos de seguridad y siguiendo el plan Covid-19. La Catedral destaca el establecimiento de un «riguroso aforo máximo» y los controles de la distancia social llevados a cabo.
Además, es obligatoria la utilización de mascarilla durante toda la visita y se ponen a disposición del visitante geles hidroalcohólicos en los accesos y la subida a la Giralda.