Redacción. La esgrima es uno de esos deportes para inmensas minorías de los que el público en general tiene noticias cada cuatro años a través de las retransmisiones de los Juegos Olímpicos. El espectador ve entonces a dos contrincantes en liza, debidamente protegidos, que luchan intensamente por tocarse con el arma blanca sin punta. Después, la alegría del ganador y el himno en la entrega de medallas, generalmente el de Rusia, Italia, Francia o Hungría, las grandes potencias mundiales de esta disciplina.
Pero hay un rincón al sur de Europa, un municipio de Andalucía, en el que treinta y cinco chicos y sus dos entrenadores, Alfonso Sánchez y Ana Ramírez, emplean con esfuerzo e ilusión su tiempo para progresar juntos en este deporte de combate. Ese lugar es Tomares. Aquí, los tiradores de la Escuela Municipal de Esgrima coleccionan medallas y triunfos en cada campeonato autonómico en el que participan. Trabajan ahora para mejorar resultados en los nacionales y hay quien sueña, incluso, con participar en unos Juegos Olímpicos.
“Afortunadamente en Tomares se puede practicar esgrima, cosa que se da en muy pocos sitios”, afirma Alfonso Sánchez, entrenador principal de la Escuela, 40 años, 27 dedicados a este deporte. Primero como tirador, ahora como técnico. “Las medallas son algo secundario. Lo importante es que los niños disfruten y que aprendan. A la competición tienen que ir a pasárselo bien”, asegura Ana Ramírez, 25 años, entrenadora ayudante y vigente campeona de Andalucía en categoría absoluta. Lo cierto es que sus pupilos disfrutan, sí, pero también suben con frecuencia al podio. Con tanta frecuencia que en la temporada 2018-2019 sumaron entre todos 78 medallas.
“Es la suma de muchas cosas, de mucho tiempo de trabajo. Cuando yo empecé como entrenador, esa temporada se consiguieron 24 medallas, y en aquel momento no se pensó que fueran pocas, sino todo lo contrario”, dice Alfonso mientras sus deportistas entrenan florete en mano en la sala 6 del Polideportivo ‘Mascareta’. En este espacio reinan las buenas formas y la cortesía. Al llegar, todos saludan al entrenador con un formal apretón de manos.
Ana disfruta de este ambiente “Me engancha sobre todo la disciplina que exige este deporte, la educación que hay en él”. Lo dice mientras los tiradores siguen ejercitándose con florete, la modalidad en la que se ha especializado la Escuela Municipal de Tomares. Entre ellos, León Hergueta y Blanca Arjona, dos jóvenes valores con mucho futuro. El primero, 13 años, tres veces consecutivas campeón de Andalucía de su categoría. La segunda, 14 años, oro autonómico sub-15 y sub-17 este año. Blanca explica: “A mí lo que me gusta de la esgrima es que no se centra tanto en la fuerza sino que también tiene bastante táctica. Es como el ajedrez. Mi punto fuerte es el contraataque”. Continúa León Hergueta, que sueña: “Me gustaría seguir con la esgrima mientras mi cuerpo aguante o ya no pueda practicarla más por temas de estudio o por trabajo. Pero me gustaría seguir. ¿Ir a unas Juegos Olímpicos? Uff…Yo estoy empezando y el camino sería largo. Pero, hombre, es una ilusión”. Una mera ilusión, de momento, en un país con solo una medalla de bronce a lo largo de su historia en esgrima.
“Aquí lo importante es el grupo. Y por muy bueno que sea un niño, sin compañeros con los que entrenar no sería tan bueno”, asegura el técnico antes de centrarse en el entrenamiento. Fue él quien tomó el testigo de Antonio Cervantes, que trajo la esgrima a Tomares hace 20 años. Ahora prepara a los suyos para competir en serio en los campeonatos de España: “Si han tocado techo en Andalucía, vamos a intentar quitárselo con los nacionales”.
