C. Prieto. La hermandad de la Estrella trasladará sus principales titulares, el Señor de las Penas y María Santísima de la Estrella, a la parroquia de San Jacinto el domingo 28 de abril, terminada la Semana Santa. Este abandono temporal de su capilla se produce como consecuencia de las obras de ampliación y reforma del templo y de la casa hermandad, unos trabajos que estarán terminados en la Cuaresma de 2020. No será la primera vez que se realicen obras de consideración en la capilla pues también tuvo diversas reformas y ampliaciones en 1982 y 1988.
Después de años de convulsas relaciones con la comunidad de dominicos, el trato en la actualidad es «fluido, encontrándose multitud de puntos encuentro y de objetivos compartidos, como puede ser la colaboración de la hermandad con las catequesis parroquiales, el trabajo conjunto de Cáritas Parroquial y la Bolsa de Caridad de la cofradía o la celebración común de grandes fiestas de nuestro calendario litúrgico», destacaba la hermandad en un comunicado el pasado 31 de octubre. Ahora, este clima de cordialidad ha posibilitado este regreso, 43 años después, a la que fue su sede.
En esa nota emitida por la hermandad, se aseguraba que la parroquia de San Jacinto es el lugar «idóneo» para que las imágenes radiquen de forma provisional «tras haber examinado la solicitud tanto la comunidad de frailes dominicos de Santo Tomás de Aquino como el propio Consejo Parroquial».
El traslado desde la capilla hasta el templo parroquial -están separados por escasos metros- se realizará por las calles San Jacinto y Pagés del Corro y comenzará en torno a las 19 horas. Está previsto que concluya antes de las 20 horas para participar en la Eucaristía que a esa hora se celebra en la parroquia. En cuanto a la composición del cortejo, la hermandad aún no ha desvelado detalles y ha señalado que informará «en próximas fechas de la forma de participación».
La hermandad de La Estrella estableció su sede canónica en la parroquia de San Jacinto en 1835. La iglesia, regentada por los dominicos, se edificó en el lugar en el que estuvo la ermita de la Candelaria. Su capilla actual fue bendecida por el cardenal Bueno Monreal el Sábado de Pasión de 1976, y al día siguiente, Domingo de Ramos, la hermandad salió por última vez de San Jacinto para entrar en su actual sede.