Redacción. El edificio de la Harinera del Guadaíra, en Alcalá de Guadaíra, ha acogido la entrega del galardón ‘Miga de Oro’ por el que competían más de 40 obradores de toda la comunidad andaluza. Este premio reconoce la calidad del pan y la contribución a la difusión de la cultura del buen pan del obrador.
La delegada de Turismo alcalareña, Rosa Carro (Cs), ha mostrado su satisfacción porque un edificio tan emblemático como la Harinera haya sido la sede para la entrega de este importante galardón «Alcalá de Guadaíra tiene una extensa tradición panadera y son muchos los buenos obradores que hay en la ciudad». En este sentido, Carro se ha sentido «muy satisfecha porque tres panaderos alcalareños han conseguido clasificarse para la final». La responsable de Turismo también ha querido agradecer a Panatics y a la Asociación de Panaderos de Alcalá de Guadaíra la celebración de este premio en nuestra ciudad.
II Ruta del Buen Pan en Andalucía
La II Ruta del Buen Pan en Andalucía ha reconocido a 24 panaderías como las panaderías TOP de la comunidad. Entre ellas han sido reconocidas tres panaderías alcalareñas: Panadería Eulogio, Joaquín Portillo y Horno del Rosario.
Se les ha entregado a todos ellos un diploma acreditativo de participación en el certamen. Esta entrega de reconocimientos fue la parte central del acto celebrado en la Harinera. Para elegir la ‘Miga de oro’ de este año se seleccionó a cinco finalistas del total de seleccionados. Los 5 obtuvieron las mejores puntuaciones por el pan presentado en la evaluación del jurado. El ganador de la Miga de Oro ha sido Daniel Ramos de la panadería La Cremita en Chiclana.
Los 24 obradores seleccionados, entre los que se encuentran tres obradores alcalareños, en esta edición pasarán a ser elegibles para la Ruta Española del buen pan 2019. Un año más se elegirá a las panaderías con las 80 mejores puntuaciones a nivel nacional.
La Ruta del Buen Pan trata de reconocer el trabajo de las panaderías artesanas. Establecimientos que cuentan con profesionales que día a día elaboran sus panes manteniendo la tradición, con una apuesta firme por la calidad e innovación. Las evaluaciones han seguido un proceso de cata a ciegas, con un jurado de reconocidos profesionales del sector del pan. Los puntos claves de evaluación han sido la corteza, miga, color, sabor, gusto, textura, peso y aspecto exterior del pan.