Fermín Cabanillas. El Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y la Agencia Espacial Europea (ESA) han puesto en marcha una nueva campaña de observación en el marco del los proyectos MIDAS y P3NEOI, destinados a detectar y analizar impactos de rocas contra la superficie de La Luna.
El investigador José María Mediedo, uno de los responsables del MIDAS, ha explicado en sus redes sociales que la nueva fase del proyecto se acaba de iniciar, en concreto con respecto al que coordina, el MIDAS (Moon Impacts Detection and Analysis System), que realiza con el objetivo de la monitorización sistemática de la región no iluminada de la Luna con el fin de detectar los destellos producidos por rocas que impactan contra la superficie lunar.
Desde 2008
El proyecto arrancó en el año 2008, como continuación de otro previo iniciado en 1999 por José Luis Ortiz, y fue presentado en junio de 2015 durante una sesión de trabajo en la sede de la Agencia Espacial Europea (ESA) en Noordwijk (Holanda), con la presencia de representantes del programa de exploración de la NASA.
Cuenta con un software decodificador que procesa las imágenes captadas por diez telescopios ubicados en Sevilla, en el Observatorio Astronómico de La Hita (Toledo) y en el Observatorio Astronómico de La Sagra (Granada).
Resultado
Desde su puesta en marcha, ha recogido decenas de impactos sobre la superficie lunar, con el captado el 11 de septiembre de 2013 entre los más violentos, que generó un cráter de casi 40 metros de diámetro sobre la región del Mare Nubium.
La web oficial del proyecto recuerda que La Luna, al igual que La Tierra, recibe continuamente el impacto de objetos de distintos tamaños a gran velocidad (varias decenas de miles de kilómetros por hora).
Se trata de fragmentos que proceden fundamentalmente de asteroides o cometas y que reciben el nombre de meteoroides, aunque al carecer de atmósfera, el satélite no dispone del escudo protector que tiene el planeta y que hace que gran parte de estos objetos se desintegren antes de llegar al suelo.
Impactos
Por este motivo, en el caso de la Luna hasta las partículas más pequeñas de materia interplanetaria consiguen impactar contra su superficie.
De hecho, el satélite natural se encuentra cubierto por millones de cráteres que se han producido por el impacto de rocas a lo largo de varios miles de millones de años.
La detección de impactos de meteoroides en la Luna permite obtener información adicional sobre el flujo de materia interplanetaria que impacta con nuestro planeta. Esta técnica tiene la ventaja de permitir monitorizar una región mucho mayor (la superficie lunar) que la que se puede abarcar con los sistemas que se basan en la detección de meteoroides en la atmósfera terrestre.
Como continuación del estudio pionero llevado a cabo desde España en el año 1997 por Ortiz, el equipo está llevando a cabo una monitorización sistemática de la región nocturna (no iluminada) de la Luna mediante una serie de telescopios y dispositivos CCD de alta sensibilidad.
Sevilla, La Hita y La Sagra vigilan al satélite de cerca.