Redacción. La luz ultravioleta puede mejorar determinadas patologías cutáneas. La técnica que utiliza determinadas longitudes de onda para curar enfermedades dermatológicas cancerígenas e inflamatorias se llama fototerapia.
El Hospital San Lázaro del Área Hospitalaria Virgen Macarena administra más de 4.000 sesiones al año de esta técnica de tratamiento que emplea radiaciones electromagnéticas del espectro de la luz ultravioleta de origen artificial para el tratamiento de patologías concretas.
Son las radiaciones ultravioletas B de banda estrecha y las de tipo A las que instrumentan esta terapia que mejora, de forma efectiva y segura, patologías tan comunes como la psoriasis, el vitíligo, la dermatitis atópica o algunas formas de picor además de neoplasias de origen linfoide como la micosis fungoide.
En el caso de las radiaciones ultravioletas A se trata de un tipo de radiación que a la vez que es más profunda es menos potente por lo que necesita para su mayor eficiencia simultanearse con algún medicamento fotosensibilizante. Por su parte la radiación ultravioleta B de banda estrecha es un espectro de luz más superficial pero más potente, por lo que no requiere de medicamentos fotosensibilizante.
La fototerapia puede administrarse a una zona específica del cuerpo, como las palmas o las plantas mediante equipos especiales para estas localizaciones, o a todo el cuerpo, para lo que se utilizan cabinas de cuerpo entero. También puede combinarse con otros tratamientos tópicos, como cremas que se aplican sobre la piel. “Los resultados obtenidos con la fototerapia en nuestra Área Hospitalaria son muy buenos. Además constituye una estrategia terapéutica segura para el paciente”, aseveran los especialistas del Servicio de Dermatología del hospital sevillano.