SBN. La sala Claustrón Este del CAAC alberga desde el pasado mes de octubre la exposición TLALAATALA, dedicada a José Luis Castillejo, autor sevillano clave en el contexto de la escritura contemporánea. La muestra, comisariada por Henar Rivière y Manuel Olveira, se puede contemplar hasta el 13 de enero.
Se trata de una producción del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC), el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (MUSAC) y el Archivo Lafuente.
El autor. José Luis Castillejo (Sevilla, 1930 – Houston, 2014) fue un escritor experimental o, como él mismo prefería llamarse, un escritor moderno.
Su obra es imprescindible para entender el complejo campo expandido en que se ha convertido la práctica de la escritura contemporánea y su conexión con otros ámbitos artísticos como la pintura.
Su escritura es excepcional tanto desde el punto de vista de sus objetivos, medios y resultados como de su recepción. Sus objetivos se resumen en el intento de alcanzar la comprensión y la libertad, haciendo frente a «la necesidad más radical que sienten los seres humanos: la de buscar. La búsqueda del sentido de la realidad». Su medio fue la escritura entendida como un arte autónomo capaz de trascender la realidad mediante sus elementos consustanciales (la letra, el libro, la tinta, el signo…). El resultado es una obra de gran originalidad: Castillejo fue el único exponente de su propia escuela, que estuvo conectada de forma directa con lo más puntero del arte y el pensamiento de su tiempo, y jugó un papel fundamental en el desarrollo de la escritura experimental en España.
En cuanto a su recepción, la obra de Castillejo siempre ha sido valorada en círculos de especialistas y está rodeada de un halo casi mítico. Sin embargo, hasta hoy era prácticamente desconocida para la mayoría del público. Incluso para quienes estaban familiarizados con ella, buena parte de su producción seguía siendo un misterio: el porcentaje de libros que llegó a publicar Castillejo es mínimo en comparación con sus inéditos, sobre los que se habían posado muy pocos ojos hasta ahora.
Esta exposición constituye la primera retrospectiva jamás dedicada al artista. En ella se da a conocer su obra cubriendo la totalidad de su trayectoria, que se inició cuando Castillejo entró en contacto con el grupo Zaj en 1966. Este encuentro marcó el comienzo de su actividad artística a los 36 años de edad, cuando era ya un coleccionista de arte, crítico y ensayista de perfil internacional, y ejercía su profesión en la carrera diplomática. Pronto, sin embargo, Castillejo emprendió un camino en solitario de una independencia extrema: en los albores de la posmodernidad se propuso crear una escritura moderna a imagen y semejanza de la pintura moderna.