Carmen González. Los rescates de perros abandonados y en peligro por diferentes causas son el pan de cada día de varias protectoras de la comarca. Este fin de semana, la asociación Patas Arriba de Morón de la Frontera, con la ayuda de varias ciudadanas belgas y tres voluntarias de Arahal, han conseguido rescatar de una muerte muy probable a una mastina con sus tres cachorros. Estaba en un camino de la urbanización de Llanoverde, situada entre ambos pueblos, y ya les había echado veneno para matarla. La perra ladraba cada vez que se acercaba alguien y ni agentes de la Policía Local de Arahal ni empleados de Sportdog fueron capaz de cogerla. Sólo se plegó a las palabras amables de una voluntaria arahalense, Lourdes Sánchez Crespo, que con mucha paciencia y comida consiguió hacerse con ella y llevarla junto a sus cachorros rescatados del lugar un día antes.
La historia se repite más a menudo de lo que quieren las voluntarias de estas protectoras para las que no hay descanso. En esta ocasión ha sido una mastina con tres cahorros, dos hembras y un macho. Se había refugiado en la tubería que atraviesa un camino en Llanoverde desde hace días, allí parió. Sólo un vecino de la zona le echa pienso y le ponía agua porque observó que alguien había intentado envenenarla, varios gatos había caído después de probar comida con el veneno.
El animal defendía a sus cachorros
El primer aviso llegó a la Jefatura de la Policía Local de Arahal cuyos agentes se acercaron para ver al animal que, al parecer, ladraba cada vez que alguien pasaba por la zona. Avisaron a Spordog, empresa que tiene un contrato con el Ayuntamiento de Arahal para recoger a perros abandonados. Pero no fueron capaces de acercarse, el animal defendía a sus cachorros. Por esta razón, se pusieron en contacto con una exvoluntaria del Amparo del Sur, que sigue ayudando y buscando adopción para perros abandonados en colaboración con varias protectoras de la comarca.
Inmediatamente organizaron el rescate. La primera en llegar fue María Isabel Muñoz, responsable de la protectora Patas Arriba de Morón de la Frontera. «La mastina ladraba pero solo como advertencia, porque aún así conseguimos rescatar a los tres cachorros», cuenta esta voluntaria que lleva más de 8 años rescatando y buscando familias adoptantes con la colaboración de tres voluntarias belgas y varias asociaciones de este país, entre las que están ASR Animal SOUL Rescue Asociación Protectora- Rescate Alma Animal, Every Soul Deserves a Second Chamce y Dogs Behind Bars.
Esa noche tuvieron que dejar a la mastina sin sus pequeños, se fueron con la intención de volver. Al día siguiente, sábado, Lourdes, Tina y Aurora, tres voluntarias que también llevan años ayudando a animales en esta misma situación, se acercaron por el lugar. «Lourdes tuvo dos pares de ovarios porque con un cuenco de comida, sin saber cómo iba a reaccionar, se metió en la tubería y se la ganó».
Palabras tranquilizadoras y comida
Así fue como, con palabras tranquilizadoras, comida y mucho cariño, el animal se reunió finalmente con su prole en la casa de María Isabel. «Ha sido muy emocionante porque la hemos atraído al sitio donde estará estos días, mientras lo cachorros son pequeños, andando detrás de la caja donde los teníamos», cuenta esta voluntaria. En el vídeo que han grabado se puede ver cómo, nada más sueltan a los perros a su lado, comienza a acariciarlos.
Lourdes carga las pilas con este tipo de rescate. «Siempre voy con miedo porque desconoces el carácter del animal, pero intento que no me lo huelan, si no, adiós. En este caso, a pesar de la mastina se mostró brava al principio, se veía que no era mala, solamente estaba asustada, y tras una hora allí sentada dialogando con ella, finalmente se confió».
Para la protectora Patas Arriba era el segundo rescate de la semana, el primero incluía a una perra con cinco cachorros. Esta asociación lleva poco más de un año funcionando, aunque ella ha estado más de siete en otra denominada San Antón, en la que ha trabajado para conseguir financiación y hacer de ella «un lugar menos triste y mísero». «Ahora trabajo mejor con todas las protectoras que necesitan ayuda y con la colaboración de las asociaciones belgas país donde hay otra mentalidad», dice María Isabel.
Solicitan que colaboren los ayuntamientos
El objetivo que persigue es conseguir que los ayuntamientos colaboren con estas protectoras llevadas por voluntarias y voluntarios comprometidos. Organizar campañas de castración, como la que hacen en Morón una vez al año, en la que con la colaboración de la clínica veterinaria Cruz Verde, todas las asociaciones y vecinos acuden a castrar tanto a perros como gatos por 20 euros, el resto lo financian las protectoras belgas. «No hay más castraciones porque a la gente le tira para atrás los precios», apunta.
Por eso, es importante la ayuda de la administración. Esta voluntaria, que ha vivido 25 años en Francia y lleva otros 25 en España, no está segura de conseguirlo aunque, reconoce, que algo está cambiando. «Ya al menos hay cada vez más perros con microchip y castrados». Por cierto, la mastina no tenía microchip y estaban en un terrenos públicos, dentro de la tubería de un camino.
