Redacción. La Unidad de Ictus del Hospital Universitario Virgen Macarena no sólo funciona bajo unos estándares de calidad excelentes, tal y como certifica su acreditación por la European Stroke Organisation, sino que desarrolla una intensa labor investigadora. Así, además de seguir en el diagnóstico y tratamiento, de los más de 600 pacientes que asiste cada año, las pautas de la mejor evidencia científica; también participa en numerosos estudios científicos.
En la actualidad está inmersa en una investigación que pretende identificar y utilizar biomarcadores en la fase aguda de la enfermedad, en concreto durante el traslado en ambulancia, y así acortar los tiempos de tratamiento. Cabe recordar que el ictus es una emergencia médica. En cada minuto se pierden casi dos millones de neuronas que se traducen en secuelas, discapacidad y mortalidad.
«El objetivo del estudio es validar una nueva herramienta rápida de diagnóstico para identificar los ictus isquémicos con oclusión de gran vaso a nivel prehospitalario y antes del TAC, gracias a la cuantificación en sangre de biomarcadores junto con otra información clínica a través del uso de una APP», aducen profesionales de la unidad del hospital sevillano. De esta manera, «datos previos de nuestro grupo demuestran que esta estrategia permitirá iniciar el tratamiento de reperfusión dos horas antes, lo que se traducirá en un aumento absoluto del 15% de pacientes con independencia funcional», prosiguen los involucrados en este estudio.
Adicionalmente, la Unidad también cuenta con el Centro Andaluz de Tele-Ictus (CATI), sistema de telemedicina dirigido a atender a los pacientes con código ictus localizados en hospitales de Andalucía, fundamentalmente en centros sanitarios comarcales y Hospitales de Alta Resolución. El CATI atiende a más de 1.000 pacientes residentes en Andalucía cada año. Su labor permite llevar a cabo tratamientos, como técnicas de fibrinólisis y trombectomía, con la máxima celeridad.
La Unidad de Ictus del Servicio de Neurología del hospital sevillano está siendo testigo y activo de una revolución en el tratamiento del ictus hemorrágico. «La reversión de la anticoagulación y la aplicación temprana de una serie de medidas unidas («care-bundle») —que incluye el control de la tensión arterial, glucemia y temperatura— han demostrado mejorar tanto la mortalidad como la discapacidad asociada a un ictus tan devastador, como el hemorrágico», argumentan sus profesionales.
Cinco décadas de historia
En estas cinco décadas, el centro hospitalario se ha consolidado como referente en la ciudad tanto por los avances tecnológicos incorporados como por la mayor complejidad en su cartera de servicios, su potencial investigador así como el elevado grado de humanización en la atención a los usuarios y los cuidados que se ofrecen a los pacientes.
El Hospital Universitario Virgen Macarena abrió sus puertas en 1974, denominándose entonces Hospital Clínico de la Facultad de Medicina y siendo heredero del antiguo Hospital de Las Cinco Llagas (hoy sede del Parlamento de Andalucía).
Desde el principio, el centro sanitario fue incorporando tecnologías avanzadas que se adaptaban a los nuevos tiempos y con una visión de servicio a la ciudadanía que incorporaba la asistencia a toda clase de enfermos, fuera cual fuera su posición social o económica.
Hoy en día, este complejo hospitalario cuenta con una población asignada de 485.587 usuarios y cerca de 6.000 profesionales que atienden cada año más de un millón de consultas, 230.000 urgencias, 2.000 partos y casi 36.000 intervenciones quirúrgicas.