Redacción. La Universidad Pablo de Olavide ha publicado una resolución rectoral por la que se restablece la presencialidad de las prácticas académicas externas en Grado y Postgrado que se vieron interrumpidas debido a la Declaración del Estado de Alarma del pasado 14 de marzo. Este documento, inspirado en el acuerdo marco de 27 de mayo de las universidades públicas andaluzas para planificar, de manera conjunta, el proceso de desescalada de las prácticas externas, autoriza la reanudación de las mismas a excepción de los casos en los que la empresa se encuentre inmersa en un procedimiento de regulación temporal de empleo (ERTE) o la actividad se desarrolle en el campus universitario.
“Solo se autorizarán prácticas académicas externas, presenciales o no presenciales, en empresas que no se encuentren inmersas en ningún procedimiento de regulación temporal de empleo (ERTE), excepto si éste se encuentra ligado a una parte específica de la empresa no directamente relacionada con la actividad formativa que desarrollará el estudiantado”, señala el documento, en el que también queda claro que la modalidad preferente para la realización de las prácticas debe ser la telemática.
Por otro lado, la resolución contempla que las prácticas académicas externas deberán desarrollarse de manera intensiva en los meses de junio, julio, agosto o septiembre, aunque por motivos debidamente justificados, los centros responsables podrían establecer un plazo diferente dentro de los límites marcados por los vicerrectorados competentes en Grado y Postgrado.
Extremar precauciones y seguir los protocolos de seguridad
Además, la resolución rectoral hace hincapié en la necesidad de extremar precauciones y seguir los protocolos de seguridad e higiene marcados por las autoridades sanitarias durante el desempeño de las prácticas en formato presencial. Así, el documento explica que en las cartas de aceptación de las prácticas deberá incluirse de manera explícita que “la entidad colaboradora observará y hará observar las medidas de seguridad y salud establecidas en el centro de trabajo asignado. La entidad colaboradora informará, formará y hará cumplir y respetar al alumnado dichas medidas”.
Asimismo, la resolución rectoral incluye que en el caso de que las prácticas no pudieran desarrollarse en su totalidad podría completarse el aprendizaje con otro tipo de actividades como proyectos, memorias o programas formativos.