Redacción. Las profesionales de la unidad de Trabajo Social del Hospital Universitario Virgen del Rocío atienden, cada año, a más de 2.800 nuevos pacientes. Se trata de un servicio complementario y fundamental para la recuperación del paciente atendido en el hospital, ya que a veces requiere de apoyos sociales o adaptaciones en la dinámica familiar para continuar con sus cuidados sociales y terminar de recuperar o mantener su salud fuera del hospital.
La unidad cubre las tres áreas de intervención del Trabajo Social como disciplina: Trabajo Social Individual o de Caso, de Grupo y Comunitario. Todas ellas, interrelacionadas entre sí y no excluyentes. Además, son el enlace entre el sistema sanitario y el resto de los sistemas de protección social, incluyendo a las organizaciones y grupos de interés comunitarios.
Dentro del ‘Programa de Planificación del Alta Hospitalaria’, facilitan la vuelta al domicilio del paciente hospitalizado y su familia. En concreto, en 2022, las trabajadoras sociales han realizado un total de 15.000 actuaciones de coordinación sociosanitaria para atender a las personas incluidas en el mismo.
Para ello, manejan protocolos específicos que se activan cuando concurren ciertas situaciones sociales de riesgo, que pueden comprometer aún más la recuperación de la salud, o cuando se activan procesos específicos con atención multidisciplinar definida para cada miembro del equipo de salud.
Algunos de los protocolos referidos a la atención en equipo multidisciplinar son los realizados en la intervención con pacientes de ELA, con pacientes paliativos pediátricos, pacientes propuestos en el programa de donación de vivo, pacientes con sospecha de alto riesgo social y atención a familias vulnerables durante la hospitalización.
Así, el protocolo social de sospecha de maltrato infantil se activa en coordinación con Pediatría en los casos en que hay una sospecha de maltrato con posible desprotección del menor. En estos casos se realiza notificación mediante el Sistema de Información del Maltrato Infantil en Andalucía (SIMIA) que, en función de la valoración del maltrato (leve, moderado o grave), requerirá coordinación con Trabajo Social de Atención Primaria y Servicios Sociales Comunitarios, o con el Servicio de Protección de Menores.
Otro de los protocolos de intervención social es el que se activa en casos de violencia contra la mujer. En este caso, es la trabajadora social de Urgencias quien lo pone en funcionamiento. Al trabajar exclusivamente en esta área del Hospital de Rehabilitación y Traumatología y del Hospital General, es posible dar una atención biopsicosocial a estas mujeres, garantizando la continuidad de la intervención social y la coordinación sociosanitaria con el resto de los servicios comunitarios que tienen competencias en este tema.