Redacción. El Servicio de Urgencias Generales del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa, en Sevilla, dada la reciente alerta por altas temperaturas insiste en tomar precauciones, sobre todo entre los mayores de sesenta y cinco años y menores de cuatro años, para evitar un golpe de calor; ya que es una emergencia médica potencialmente mortal para estos colectivos y que puede llegar a ocasionar secuelas en el sistema cardiovascular, neurológico y renal.
Así, María del Mar Ruiz Montero, médico del Servicio de Urgencias Generales del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa, precisa que el golpe de calor o hiperpirexia es un cuadro clínico en el que se ve implicada una alteración en la termorregulación corporl del paciente debido a una sobrecarga térmica.
“La sintomatología frecuente de esta patología suele ser la aparición de mareos, debilidad, agotamiento, visión borrosa y cefalea todo ello acompañado de signos que son clave en el diagnóstico; aumento de la temperatura corporal por encima de 40 grados, ausencia de sudoración, piel seca y caliente y alteraciones del sistema nervioso central que va evolucionando desde la somnolencia al coma”, apostilla la especialista.
Además del golpe de calor, que según la doctora es la situación más extrema, hay otras patologías desencadenadas por la exposición a altas temperaturas como son los calambres musculares y el agotamiento por calor. “Estos cuadros se producen por la pérdida de líquido y sales minerales debido a la exposición a elevadas temperaturas cuando son mantenidas en el tiempo o también cuando se realizan deportes en situaciones extremas de calor” aclara María del Mar Ruiz Montero, quien a su vez detalla que también se producen síncopes o pérdidas de conocimiento por el calor, especificando que en estas situaciones las personas con tratamientos crónicos para la hipertensión pueden llegar a precisar de asistencia sanitaria.
El golpe de calor suele presentar una progresión en días en los que el paciente está más somnoliento, orina menos y está caliente pero no presenta sudoración, cansancio u calambres musculares, indica Ruiz Montero, al tiempo que añade que esta afección es un problema clínico con una mortalidad elevada, “se trata de una emergencia médica que ha de ser tratada en el hospital y el tiempo de evolución depende de múltiples factores.”
Así, la doctora especifica que hay que evitar la exposición a altas temperaturas y seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias. “Refrescar las casas a las horas de menor calor cerrándolas posteriormente usando persianas o elementos que permitan evitar la exposición solar, tomar duchas para refrescarnos, salir y evitar la práctica de deportes en los momentos de menor calor e hidratarnos abundantemente. Igualmente es recomendable mantener una dieta ligera basada en alimentos con alto contenido en agua como las verduras y las frutas”, subraya.
En el caso de encontrarnos con una persona que no responda bien a nuestra llamada y con una temperatura corporal elevada debido a una exposición al calor la doctora María del Mar Ruiz Montero recomienda llamar a emergencias.