Virginia López. Hace unas semanas tuve ocasión de enseñarle Sevilla a un médico brasileño.
Mi compañera de las Esclavas, la doctora Anabel Garrido, hace una estupenda labor a favor de la leche materna y este año ha organizado el IX Congreso Nacional de Bancos de leche materna, del que daré detalles más adelante, contando con este experto en la materia y en la voluntariedad que conlleva. Lo que ha movido a este médico a visitar cada uno de los países sudamericanos difundiendo esta iniciativa que, haciendo un símil en consonancia, está en pañales.
Con ganas de conocer al ilustre galeno y echar un agradable rato en buena compañía y, dado que Sara Rimbaud, guía de turismo que recomiendo, ya les había hecho una formidable visita al uso, pensé en mostrarle la Sevilla americana. Le enseñé la Fábrica de Tabacos, en cuya Capilla Universitaria hay una réplica de la Virgen de Belén cuyo original de Torrigiano está en nuestro Museo de Bellas Artes y que entusiasmó al grupo por mostrar la Divina Lactancia; pasamos por el Palacio de San Telmo, la Torre del Oro y nos adentramos en la Casa de la Moneda y el Postigo para finalizar en el Archivo de Indias, coincidiendo con la exposición dedicada al V Centenario del Consejo de Indias.
Aderecé mis narraciones con temas relacionados con Brasil, hablamos un poco de su país, le pregunté por lo insólito que mantuviera sus fronteras coloniales y solo mencioné el Pabellón de Brasil de la Exposición de 1929. Pero justo al final del encuentro recordé a los Orleans.
Y hoy, 18 de diciembre, festividad de la Virgen de la Esperanza, se cumplen 80 años de la penúltima boda real que hubo en Sevilla. El año que viene, se cumplirán 30 de la última y poco después se cumplirán 500 años de la boda del emperador.
En 1995 la Infanta Elena se casó en Sevilla, no creo que se celebre por su final en divorcio, pero regocijó a los sevillanos por escoger a Sevilla como escenario. En 1526 el Emperador Carlos V aprovechó su viaje por Andalucía para casarse con Isabel de Portugal, considerada la reina más bella de entonces, lo que podemos atestiguar en el retrato de Tiziano. Pese al luto por la hermana y estar en Semana Santa, no faltaron los festejos y Sevilla agradeció ser escenario del enlace real.
Quien se casó el 18 de diciembre de 1944, hace 80 años, fue la Infanta Esperanza de Orleans, hermana de la madre del rey, con Pedro Gastón de Orleans-Braganza, uno de los pretendientes al trono imperial de Brasil. Franco no dejó asistir a los Condes de Barcelona a la boda de María Esperanza, con todo, no se columbraba que permitiera la educación de sus hijos en España.
Su padre fue Carlos de Borbón-Dos Sicilias, perteneciente a la rama italiana, menor de los Borbones, recuperada por Carlos III y llamada así por unir Nápoles y Sicilia, antiguas posesiones españolas y es el abuelo del Rey Juan Carlos. Se casó con la hija del Rey Alfonso XII, llamada María de las Mercedes en honor a la primera esposa, la reina sevillana. Viudo, contrae segundas nupcias con Luisa de Orleans, nieta del Duque de Montpensier, ilustre vecino del Palacio de San Telmo en la Sevilla de la segunda mitad del siglo XIX. De su segundo matrimonio tiene a María de las Mercedes, madre del Rey Juan Carlos I y a María Esperanza.
En 2023 se ha cumplido cien años de la colocación del azulejo de la Virgen Esperanza Macarena en el Arco de la Macarena. El acto fue amadrinado por esta infanta, que entonces contaba con nueve años. Y asistió en 1995 al pontifical que conmemoró el cuarto centenario de la hermandad macarena. Ese mismo año se casó en Sevilla la Infanta Elena. Era la primera boda real en suelo español desde que se casara la Infanta Isabel Alfonsa en 1929, hermana de padre de Esperanza de Borbón.
Y la nieta tuvo el gesto con su abuela sevillana de adopción pues el Infante Carlos se instala con su familia en Sevilla en el año 1921. De ahí le viene a Doña María el beticismo y el currismo.
La fiesta de vísperas de la boda de Elena de Borbón se celebró en la finca que la Infanta Esperanza heredó en Villamanrique de la Condesa. Esta localidad tiene un vínculo áun más estrecho con los Orleans, pues esa finca tiene su origen en las estancias de los Duques de Montpensier y allí muere su hija la Infanta Isabel de Orleas, Condesa de París por matrimonio y de resultas del título, se añade al nombre del municipio en el año 1916, como ya vimos en este artículo:
Los Duques de Montpensier no tienen una calle dedicada en Sevilla, pero los sevillanos sí le están agradecidos a la duquesa, llamando por su nombre de pila el parque en que se convirtieron los jardines de palacio regalados al morir.
Cerca, en el entorno de la Avenida de Carlos V, los abuelos maternos del Rey Juan Carlos tienen sendas calles dedicadas. Y están enterrados, junto a otros miembros emparentados con la familia real española, en la Cripta de la Hermandad de Pasión. Por eso la Infanta Elena depositó en la Iglesia del Salvador su ramo de novia donde el coro de la Hermandad del Rocío de Sevilla le cantó la Salve Rociera,
Quien sí tiene una calle dedicada en Sevilla, en el Barrio de Tablada por su condición de aviador militar, es el Infante Alfonso de Orleans y Borbón. En la maraña del árbol genealógico, lo descubrimos como nieto de los Duques de Montpensier y de la Reina Isabel II pues su padres fueron Antonio de Orleans y Eulalia de Borbón. Toda su vida se pasó Antonio de Orleans, Duque de Montpensier, pretendiendo al trono español, se le escapó a él y a su hija María de las Mercedes, pero lo logró con el monarca emérito, nieto de su nieta Luisa de Orleans, quien muere en Sevilla en el año 1958.
Fue su esposa, Beatriz de Sajonia-Coburgo, prima de la Reina Victoria Eugenia, quien diseñó el emblema del Ejército Español del Aire. Alfonso de Orleans luchó en el bando franquista, al igual que su hijo y su sobrino, quienes murieron, éste último es el Infante Carlos, hermano de la Condesa de Barcelona y de Esperanza de Borbón.
De existir la monarquía en países tan dispares como Brasil y la extinta Yugoslavia, tendríamos ambas casas reales unidas en un heredero, nieto del último rey de Yugoslavia y nieto de la Infanta Esperanza de Borbón, Su hija, María Gloria de Orleans-Braganza se casó en primeras nupcias con el heredero, en Villamanrique, precisamente, y en segundas nupcias con el Duque de Segorbe, entroncando con los Medinaceli de la Casa de Pilatos. En cinco años, el duque ha casado a sus dos hijas, Sol y Luna, y ha dado la bienvenida a tres nietos.
En la calle Manuel Rojas Marcos se encuentra la sede de la Fundación Gota de Leche, heredera de los consultorios decimonónicos y cuya labor en la actualidad está enfocada a menores en riesgo de pobreza y su atención pediátrica.
A veces se confunde con los Bancos de leche materna humana, que promocionan y apoyan la lactancia materna y, sobre todo, estimulan la donación de leche materna para alimentar a recién nacidos que no pueden recibirla de su madre. En Sevilla llevan menos de una década, y en el grupo que acompañaba al médico brasileño, pude conocer a Cristina, la primera donante de Sevilla.
El doctor João Aprigio Guerra de Almeida, como Coordinador general de la Red Iberoamericana y Global de Bancos de leche materna, es un referente mundial en la materia y ha contribuido a disminuir la mortalidad infantil en su país.