Redacción. Una nueva edición del Camino de Santiago, impulsada por la Unidad de Rehabilitación Cardiaca del Hospital Universitario de Valme y su asociación Corazones en Camino, ha materializado por décimo tercer año consecutivo una actividad proyectada como terapia de recuperación de las dolencias cardiovasculares. Pacientes acompañados de familiares y profesionales demuestran cómo la actividad física constituye un pilar fundamental para el empoderamiento hacia la superación de estas enfermedades.
El grupo, conformado por 52 peregrinos, ha llevado a cabo este año el Camino del Mar bajo la batuta incombustible año tras año de la enfermera Margarita Reina. Fue la impulsora de esta iniciativa en el año 2010 desde el servicio de Cardiología del hospital sevillano y durante todos estos años no ha cejado con su participación directa y coordinación de la iniciativa, pese a que ya se encuentra jubilada. Hoy es la presidenta de la Federación de Asociaciones del Corazón y Sevilla, además de la presidenta de la Asociación `Corazones en Camino´. Una asociación creada en el Hospital Universitario de Valme donde, a lo largo de todo el año, se promueve el desarrollo del Camino de Santiago con un programa anual de senderismo orientado a hacer grupo en este colectivo de pacientes, cumpliendo pautas saludables, y paralelamente permite la preparación física de cara a cada camino jacobeo a realizar.
La ruta de este XIII Camino de Santiago ha dividido la experiencia en seis etapas que se han desarrollado entre Ribadeo y Viveiro para completar un centenar de kilómetros. Cada jornada ha reunido una media de entre 16 y 18 kilómetros para recorrer la famosa Playa de las Catedrales, Foz, Nois, Playa de Rueta y Portocelo. Según Margarita Reina, “lo hemos realizado de forma muy amena y agradable con la cercanía del mar, distintivo de la elección del itinerario de este año”.
De este modo, suman un nuevo recorrido a otros tantos itinerarios jacobeos señeros realizados por este grupo durante la docena de caminos realizados a los largo de todos estos años: el `Camino Inglés´, el `Camino Portugués´, el `Camino Francés´, el `Camino Sanabrés´, el `Camino Primitivo´ o `El Salvador´, entre otros. Un proyecto pionero, cada vez más afianzado entre los pacientes con dolencias cardiovasculares, bajo la experiencia y empuje de los profesionales sanitarios que cada año lo aúpan junto a la Asociación `Corazones en Camino´.
Como cada año, el acto final concluye con la asistencia a la Misa del Peregrino en la Catedral de Santiago de Compostela, donde la organización del grupo de participantes sevillano se emplaza para una nueva hazaña para el año siguiente.
Herramienta terapéutica
Aunque son ya 13 ediciones, sus organizadores destacan cómo cada año es diferente “porque se adhieren pacientes y familiares nuevos con vivencias y emociones distintas que fortalecen el afrontamiento de una enfermedad cardiovascular, contribuyendo a ayudarlos a superar miedos e incertidumbre”.
Precisamente los sanitarios conceden a esta iniciativa el poder de `herramienta terapéutica´ que hace posible normalizar una dolencia a través de la prevención y la promoción de la salud cardiovascular.
Hoy, Día Mundial del Corazón, recalcan la importancia de la experiencia del senderismo vivida durante más de una década con pacientes rehabilitados. Defienden cómo el ejercicio aeróbico, no competitivo practicado con regularidad es parte de un estilo de vida saludable y reduce varios factores de riesgo. Es el caso de la obesidad, la diabetes, el tabaquismo o el aumento de colesterol LDL, entre otros factores riesgo. Hacen hincapié en el hecho de la necesidad del ajuste del programa de ejercicio a cada persona, siempre bajo los consejos de los especialistas de las unidades de Prevención y Rehabilitación Cardiaca y los cardiólogos de referencia.
