Redacción. Como en los últimos 12 años y tras ser adoptado por acuerdo plenario, la Corporación Municipal de Los Palacios y Villafranca rindió anoche homenaje a Blas Infante, en este caso coincidiendo con el 86 aniversario de su fusilamiento en la antigua carretera de Carmona en el año 1936. Se trata de un acto sencillo que sirve para recordar su legado, poner de manifiesto que su asesinato no terminó con sus ideales, sino todo lo contrario, que siguen vigentes y con plena actualidad.
El acto incluía la tradicional ofrenda de flores a cargo de los portavoces de los grupos municipales, y que realizaban, en esta ocasión, como alcaldesa en funciones, Carmen María Molina, y el portavoz socialista, Juan Diego Valverde, a los pies del monolito que el municipio dedicó al Padre de la Patria Andaluza en 1985, en el popular enclave de «Los Cuatro Vientos» de la localidad, en la Avenida de Utrera, frente a la rotonda de La Unión.
A continuación, Molina tomó la palabra en nombre de la Corporación Municipal para recalcar el compromiso de Blas Infante con la lucha del pueblo andaluz, que dedicó su vida a mejorar nuestra tierra, a combatir la desigualdad y a luchar por la libertad. «Viva Andalucía Libre fueron las últimas palabras pronunciadas por Blas Infante», recordó, «fue asesinado por atreverse a reclamar paz y esperanza bajo el sol de nuestra tierra».
«Este notario, abogado, investigador, autodidacta, políglota, defensor de los derechos de la mujer y de los animales», recalcó.
«Comprometido con la lucha del pueblo andaluz, con las familias jornaleras que eran desposeídas por el caciquismo de los grandes terratenientes. Fue un hombre valiente y solidario…un hombre que defendía un nacionalismo antinacionalista, reivindicando un estado federalista y cooperativo, en el que Andalucía pudiera recuperarse, rehacerse y avanzar, tal y como explicaba en su ideal andaluz».
Molina rememoró asimismo que los restos del líder andalucista siguen enterrados en una fosa común, «mientras su verdugo está enterrado con honores».
«Blas Infante amaba Andalucía y por eso la quería libre, libre del caciquismo, libre de intereses políticos ajenos que le impedían desarrollarse y avanzar, libre de explotación, de pobreza, de analfabetismo y de desigualdades».
«Pero sus ideas y su lucha eran una clara amenaza para las élites dominantes», aseguró la alcaldesa en funciones, «sus ideales republicanos, entre los que se encontraban la redistribución de la riqueza y una mayor igualdad de oportunidades eran considerados un peligro para las oligarquías, motivo por el que fue asesinado».
El acto concluyó con el Himno de Andalucía, cuya letra, recordemos, es obra del propio Blas Infante.