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Como parte del programa ‘Vínculos con el territorio’, mediante el que se da a conocer el programa PRUEPA (Programa de Recuperación y Utilización Educativa de Pueblos Abandonados) a un número restringido de pueblos cada año
Como parte de su semana cultural, siempre previa a las fiestas patronales que Tamajón celebra en honor a la Virgen de los Enebrales, cincuenta tamajoneros visitaron ayer el pueblo de Umbralejo, víctima primero del éxodo rural en el siglo pasado, y posteriormente de una expropiación -o venta- con luces y sombras. Hoy, el pueblo forma parte del Programa de Recuperación y Utilización Educativa de Pueblos Abandonados (PRUEPA).
Estas visitas forman parte de un programa especial denominado ‘Vínculos con el territorio’. Así, el CENEAM (Centro Nacional de Educación Ambiental), dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, invita a un número reducido de pueblos al año, siempre en el entorno de esta localidad. En Umbralejo, por ser hoy un centro educativo, no se llevan a cabo visitas turísticas al uso, si bien está abierto en un horario concertado a todo aquel que quiera conocerlo, los sábados, a partir de las 10 horas de la mañana, y los domingos, hasta las 18 horas. «En nuestro caso, recibimos una invitación del Parque Natural de la Sierra Norte para visitar Umbralejo. Agradecidos, naturalmente aceptamos esa invitación, sabiendo que a los tamajoneros les iba a encantar la visita, como así ha sido», señala Eugenio Esteban, alcalde de Tamajón.
‘Vínculos con el territorio’ se inició para desterrar del entorno la común idea de que Umbralejo es un campamento, cuando en realidad es un lugar donde se desarrolla un completo y amplio programa educativo. En estas visitas, los trabajadores del centro explican con detalle la iniciativa. Con el transcurso de los años, todos los pueblos de la comarca habrán pasado por Umbralejo, abriendo, de esta manera, el pueblo al territorio.
Cada semana, durante primavera, verano y otoño, a Umbralejo llegan, procedentes de toda España, cincuenta chavales. En el pueblo, llevan a cabo trabajos de rehabilitación constructiva, pero también trabajan con los huertos y con el ganado. Además de conocer el programa, los tamajoneros también recorrieron las instalaciones donde se desarrollan las actividades, la historia del pueblo y cómo era la vida allí, desde que hay referencias documentales, en el siglo XI, hasta mediados del siglo pasado, cuando fue abandonado y expropiado. «Damos una visión lo más amplia posible del programa, desde su base teórica hasta la ejecución práctica del día a día con los jóvenes», comentan en el centro.
Para Eugenio Esteban, «en Umbralejo se ha hecho una reconstrucción de una serie de edificios, e incluso podríamos decir que una transformación, gracias a la que las casas se han convertido en aulas, e incluso en museos. Lo han hecho distintos ministerios, aplicando para ello una extraordinaria sensibilidad», puesto que, según el alcalde de Tamajón, «se diferencian perfectamente las antiguas construcciones de las nuevas». Por todo ello, Esteban lo califica como «un proyecto, educativamente, interesantísimo», así como también lo es desde la perspectiva del aprovechamiento del territorio. «De no ser por el PRUEPA, probablemente, Umbralejo estaría, como otros pueblos de los alrededores, hundido, en ruinas y abandonado».
Sin embargo, el alcalde de Tamajón lamenta que Umbralejo no tenga ninguna influencia económica, o en el desarrollo, de otros pueblos de la comarca. «Es como una isla, maravillosa, eso sí, en medio de un territorio de pueblos sin recursos. Umbralejo cuenta con todo lo necesario, y así debe ser, pero muy cerca, hay muchas carencias: no hay papeleras, la recogida de basura es deficiente, faltan abastecimientos de agua, la limpieza de las calles es mejorable… En definitiva, los ayuntamientos que rodeamos a Umbralejo no contamos con los mismos recursos que Umbralejo. Concretamente, los cuatro núcleos urbanos de Tamajón -Tamajón, Almiruete, Palancares y Muriel-, no contamos con ellos. Insisto. Nos alegramos de que los tenga Umbralejo, por supuesto, pero también queremos que se acuerden de los pueblos del entorno», termina el alcalde.
Sobre el PRUEPA
El Programa de Recuperación y Utilización Educativa de Pueblos Abandonados (PRUEPA) es un programa educativo complementario a la enseñanza en las aulas promovido por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el Ministerio de Educación y Formación Profesional y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, y en el que colaboran las Consejerías de Educación de las Comunidades Autónomas de Castilla-La Mancha, Extremadura y Aragón, donde se ubican los pueblos sede del programa.
El PRUEPA se gestó a primeros de los años 80 del siglo XX, arrancando formalmente en el curso 1984/85, y se desarrolla en tres pueblos: Umbralejo (Guadalajara) y Granadilla (Cáceres), bienes patrimoniales de la Administración General del Estado adscritos al OAPN, y Búbal (Huesca), adscrito actualmente al Gobierno de Aragón.
El programa pretende un acercamiento a la vida rural de los jóvenes que en su mayoría viven en el mundo urbano, brindándoles la posibilidad de comprender la necesidad de un cambio de actitudes para asegurar el equilibrio del hombre con su entorno.
Contempla el trabajo en distintos ámbitos: educación ambiental para la sostenibilidad, salud, animación y convivencia, recuperación cultural y física, incidiendo de forma especial en la educación ambiental y el reconocimiento del importante papel que juega el medio ambiente en la vida de las personas y en el desarrollo de la sociedad, así como la necesidad de tomar decisiones y de actuar para evitar su deterioro.
En los comienzos, el programa tenía un enfoque cercano a los campos de trabajo, con el foco puesto en la recuperación física de los pueblos. Con el tiempo se ha convertido en un programa educativo de referencia a nivel estatal e internacional y ahora sus objetivos se alinean con la educación para el desarrollo sostenible, respondiendo a las necesidades de nuevos valores y referencias para afrontar los retos socioambientales de la sociedad actual.
Fuente Comunicae