Redacción. Loterías y Apuestas del Estado ha emitido una serie de décimos dedicados al octavo centenario de la emblemática Torre del Oro de Sevilla, legado de la antigua medina almohade, protegida como bien de interés cultural (BIC) y uno de los monumentos más famosos de la capital andaluza. En concreto, se trata del décimo correspondiente al sorteo de la Lotería Nacional del próximo sábado 12 de junio.
La imagen de dicho décimo se ha presentado este jueves en el propio monumento por el almirante director del Instituto de Historia y Cultura Naval, Marcial Gamboa; junto con el presidente de Loterías, Jesús Huerta; y el concejal de Gobernación y Fiestas mayores del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Carlos Cabrera.
En concreto, se han emitido diez millones de décimos con la imagen de la Torre del Oro, para dicho sorteo del sábado, que repartirá un total de 42 millones de euros en premios, entre los que destacan un primero de 600.000 euros a la serie y un segundo de 120.000 euros a la serie.
Torre del Oro
Esta torre, de planta dodecagonal y casi 37 metros de altura, fue construida entre 1220 y febrero de 1221 por orden del gobernador almohade Abù-I-Ulà a orillas del Guadalquivir para rematar la coracha o tramo de muralla que, durante el periodo almohade, conectaba el antiguo recinto fortificado del que nace el actual conjunto palaciego de los Reales Alcázares, declarado Patrimonio Mundial, con el propio río.
Dicho tramo de muralla contaba con varias torres, cuyo número de lados aumentaba en progresión aritmética con relación a su proximidad al río, contando la Torre del Oro con 12 lados como fortificación más cercana al Guadalquivir.
El brillo de la Torre del Oro
Su nombre en árabe, Borg al-Dsayeb, alude al brillo dorado del reflejo de la construcción sobre la lámina de agua del río. Aunque tradicionalmente dicho brillo se atribuía a un supuestamente desaparecido revestimiento de azulejos, el proyecto de restauración acometido en 2005 en la torre puso de relieve que dicho fenómeno ocasionado por un revestimiento con mezclas de mortero, cal y paja prensada.
La torre, de fábrica almohade, constaba en principio de dos cuerpos a los que se añadió en 1760 un tercer cuerpo, una linterna cilíndrica, en el marco de la restauración acometida entonces en el monumento tras los estragos del terremoto de Lisboa de 1755. Así, la torre alcanza una altura total de casi 37 metros desde la rasante de su base en el paseo Alcalde Marqués del Contadero.
Se declaró monumento histórico-artístico en 1931 y se ha restaurado en 1900, entre 1991 y 1992, en 1995 y en 2005, acoge desde 1944 un museo marítimo tras usarse como capilla, prisión de nobles, almacén de pólvora, oficinas de la Capitanía del Puerto y Comandancia Naval.