Redacción. Los niños de la Escuela del Hospital Infantil finalizan el curso escolar con la entrega de diplomas por parte de los maestros y con la presencia de algunos familiares y profesionales que se acercarán a felicitarles. Un total de 1.823 pequeños pacientes han sido atendidos a lo largo del año por los profesores de la Escuela de Hospital Virgen del Rocío con el objetivo de garantizar su seguimiento escolar.
El Hospital Infantil dispone de dos Aulas Hospitalarias, una en la segunda planta y otra en la planta de Oncología Pediátrica. Maestros de Educación Especial de la Consejería de Educación junto a auxiliares del hospital son los encargados de acompañar y enseñar a los niños mientras permanecen ingresados. Su trabajo es el de garantizar el seguimiento escolar de los más pequeños y evitar así el desfase curricular que podría provocar el ingreso hospitalario.
Además, realizan numerosos trabajos de manualidades como los murales que lucen en los pasillos y escaleras del Hospital Infantil. También disfrutan de actividades especiales en días señalados como la exposición de christmas en Navidad, elaboración de pasos y estandartes en Semana Santa, recreación del recinto de la Feria de Abril, homenaje al personal de Enfermería y al 50 aniversario del Hospital Infantil entre otros.
Azotea Azul
Todas las tareas se planifican y organizan con otros profesionales del Hospital Infantil como parte del proceso de recuperación. Además de en las aulas, los maestros atienden a los niños en las habitaciones cuando no pueden desplazarse o en la sala de diálisis, donde pueden permanecer hasta cuatro horas para recibir terapia.
Durante la pandemia, todas estas actividades se han realizado de manera individualizada en las habitaciones de los pequeños. Los últimos meses de curso volvieron a abrir las dos Aulas con las medidas de seguridad pertinentes y aprovechando los espacios exteriores como la Azotea Azul.
La atención educativa de los menores ingresados en los centros sanitarios es una de las medidas contempladas en el Decreto de Atención Integral al Niño Hospitalizado, que establece el derecho que tienen a recibir una atención adaptada a sus características y necesidades. Como señalan los maestros, «es un entorno de integración social, que ayuda a desdramatizar un poco la enfermedad y donde los niños ven que hay otros que han pasado por lo mismo. Los padres también se dan consejos entre ellos y nosotros les apoyamos y escuchamos».