Redacción. La alcaldesa de Osuna (Sevilla), Rosario Andújar (PSOE), ha remitido una carta al director general de Patrimonio de la Junta de Andalucía, Miguel Ángel Araúz, en demanda de que se expongan temporalmente en la localidad las seis piezas arqueológicas procedentes de la antigua Urso romana, de la que deriva la actual Osuna, localizadas en Murcia en 2016 como parte de una colección privada, posteriormente declaradas como bien de interés cultural (BIC) y que finalmente adquirió la Administración andaluza.
Señalando que el Museo Arqueológico de Sevilla está cerrado a la espera de su proyecto de reforma y modernización, la primera edil ursaonense razona que las citadas piezas «no se expondrán en un futuro inmediato» en dicho centro, por lo que atisba una «oportunidad que podría permitir acercar a Osuna, aunque sea de forma temporal, tan valioso patrimonio cultural perteneciente a la antigua Urso» romana.
Del mismo modo, le reprocha que con motivo de la reciente visita institucional al Centro Logístico del Patrimonio Cultural de Andalucía, localizado en La Rinconada, fuesen mostradas las mencionadas piezas a los medios de comunicación.
Hallazgo de 1903
Estas piezas arqueológicas pertenecen al conjunto escultórico romano descubierto en 1903 por los vecinos de Osuna Antonio Gutiérrez Martínez, Antonio Gutiérrez Ceballos y Álvarez de Perea y Valcárcel, durante unas excavaciones acometidas por los mismos en dicha localidad donde descansan los vestigios de la antigua Urso romana.
Después de que dicho conjunto escultórico cayese en paradero desconocido, en 2016 piezas del mismo se encontraron en Murcia, en dos colecciones privadas de Antonio Gutiérrez Praderes, sucesor de uno de los principales descubridores, quien a su vez las había legado a sus descendientes.
En concreto, las piezas localizadas en 2016 eran una cabeza de diosa romana con casco, así como fragmentos de una pierna masculina, de un pie izquierdo femenino con inscripción, de un pie derecho con sandalia militar y de un pie y un tobillo izquierdo, piezas todas ellas del siglo I de la era actual; junto con un fragmento de túnica militar del siglo I previo a la era actual.
En 2019, a instancias del Ministerio de Cultura y Deporte, la Comunidad de Murcia emprendió un procedimiento para declarar este conjunto escultórico como bien de interés cultural (BIC).
