Fermín Cabanillas. Los casi 2.700 habitantes de Pruna tienen un aliciente más para fomentar la natalidad en el pueblo, ubicado casi en las estribaciones de la provincia de Sevilla con la de Cádiz.
Con la entrada del nuevo año, el Consistorio puso en marcha una curiosa idea, ya que desde entonces se planta un árbol por cada niño o niña que nazca en el pueblo.
Participar en la es tan fácil como que aquellos padres o madres interesados faciliten el nombre completo y la fecha de nacimiento de su bebé, y estos datos serán grabados en una placa de madera que acompañará al árbol.
«Una vez tengamos la placa preparada, avisaremos a los padres y madres para que, acompañados del jardinero municipal, planten el árbol y coloquen la placa identificativa».
La idea marca también que los árboles se planten en el lugar del pueblo que quieran los padres, de modo que se alternarán en distintos puntos de la localidad.
Así, no se limitarán a plantarlos en un parque público o en un jardín, sino que podrán estar, por ejemplo, en la misma calle donde viva el bebé o en el punto que decidan los padres.
La media de nacimientos en este pueblo está en torno a 25 bebés al año, de modo que en una década puede haber 250 árboles plantados gracias a esta curiosa idea.