Redacción. Con motivo del Día Mundial Sin Tabaco que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus asociados celebran este viernes 31 de mayo, los jóvenes de los institutos de Los Palacios y Villafranca han iniciado una campaña informativa y sensibilización bajo el lema ¿Quién consume a quién?.
La iniciativa, especialmente dirigida a la población juvenil y adolescente, ha arrancado esta mañana en el IES Marismas y recorrerá durante las próximas jornadas todos los centros de enseñanza secundaria del municipio.
De esta manera, la delegada municipal de Sanidad en funciones, Carmen María Molina, junto con personal técnico de este departamento, se han desplazado hasta el instituto Marismas en el que se ha instalado una carpa con material informativo y donde han desarrollado diferentes experiencias didácticas con el objetivo de evidenciar de un modo descriptivo y ameno las consecuencias para la salud del consumo de tabaco, la cantidad de sustancias nocivas que contiene y los errores sobre el consumo de tabaco en cachimba.
En este sentido, Carmen María Molina, ha explicado que “para que los jóvenes identifiquen todos los componentes nocivos del tabaco, más allá de su nombre, se muestran físicamente elementos como el arsénico, alquitrán, amoniaco, y productos cotidianos que lo contienen como raticidas o quitaesmaltes, para que sean conscientes de lo que se consume realmente cuando se fuma. Sustancias que se quedan además de forma residual en el organismo del fumador”.
“También llama bastante la atención entre los jóvenes la información que se ofrece sobre el daño que provoca fumar en cachimba, un producto que se potencia en determinados sectores y específicamente entre los menores, que lo utilizan como una forma de diversión pero que resulta tremendamente perjudicial para ellos, porque fumar una cachimba puede igualarse a consumir 100 cigarrillos”, aseguró la titular de Sanidad en funciones.
Así, la campaña ¿Quién consume a quién? incide en el riesgo de padecer problemas respiratorios y de corazón, las posibilidades de padecer cáncer, los efectos nocivos en dientes y encías, el perjuicio sobre el feto, el incremento del riesgo de padecer impotencia, la piel se oscurece, aparecen arrugas y se dificulta la cicatrización, si se fuma, un hecho que implica además el consumo de más de 60 sustancias químicas perjudiciales para la salud.
Por el contrario, si se deja de fumar, se normaliza el ritmo cardíaco y la presión arterial, se reducen los niveles de nicotina y el monóxido de carbono en sangre, los pulmones remueven mucosa y disminuye el riesgo de infarto de miocardio, se recupera la capacidad olfativa y pulmonar, mejora la circulación y desaparece la dependencia a la nicotina, mejora el flujo de la sangre a las manos y a los pies y, finalmente, de 3 a 6 meses después de dejar de fumar se consolida la conducta no fumadora.
La campaña insiste asimismo en que en una sesión media de consumo de tabaco en cachimba, se aspira el mismo humo que si se fumaran 100 cigarrillos, absorbiendo incluso más nicotina, por ello, quienes lo practican, se pueden enganchar a fumar antes.