Redacción. La Unidad del Dolor del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa, en Sevilla, apuesta por la realización de la técnica de plasma rico en plaquetas (PRP) para el tratamiento del dolor persistente, donde se abordará tanto el síntoma doloroso como la reparación de la estructura nerviosa para conseguir efectos permanente en el caso de patologías agudas.
El doctor Domingo Ventura, anestesiólogo de la Unidad del Dolor del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa, explica que esta técnica se realiza con la extracción de sangre de una vena del brazo del paciente y, una vez obtenida, se centrifuga para obtener el plasma rico en plaquetas, que, posteriormente, se inyectará bajo visión ecográfica, obteniendo así una mayor precisión en el área afectada.
Con ello, según el especialista, la PRP puede tratar cualquier patología con sufrimiento de nervios en los que siempre subyace un efecto inflamatorio del mismo, dado su poder regenerador, neuroprotector y, por supuesto, como potente antiinflamatorio. “Podremos tratar, por tanto, lumbalgias, cervicalgias, ciática, neuralgias y, en definitiva, casi cualquier tipo de dolor modulado por la transmisión nerviosa”, asegura.
En este sentido, el anestesiólogo indica que cualquier paciente puede ser candidato a esta técnica, ya que el plasma rico en plaquetas se obtiene de la extracción de la sangre de la propia persona y, de esta forma, son sus propios compuestos orgánicos los que realizan el efecto terapéutico. Asimismo, incide en que “no presenta ningún efecto secundario, siendo este uno de sus principales beneficios al aprovechar el potencial curativo del cuerpo, regenerando así las estructuras nerviosas”.
Tal y como apunta el doctor Ventura, el plasma rico en plaquetas sustituiría a la convencional inyección de corticoides, que, por ejemplo, estaría “especialmente desaconsejados” en pacientes hipertensos, diabéticos, osteoporosis o con cardiopatía.
“Hemos de tener en cuenta que nuestro organismo evoluciona y se daña con el paso de los años y habría que atender a cada caso para estimar la temporalidad de los tratamientos, pero, en el caso de pacientes con patología aguda, el efecto de la PRP consigue tener un carácter definitivo y, en el caso del dolor crónico, puede que haya que volver a reproducir esta técnica periódicamente para mantener sus resultados”, añade.
Finalmente, el doctor Domingo Ventura subraya que esta técnica supone un “gran avance” en el tratamiento del dolor persistente, porque “no sólo trata de resolver el problema, sino de subsanar la estructura nerviosa”. “Repara, así, tanto el síntoma doloroso como su causa, siendo una gran ventaja de la medicina regenerativa”, concluye.
Y es que habría que distinguir entre dolor crónico y dolor agudo, siendo el primero aquel que se lleva padeciendo más de tres meses de manera persistente y, el segundo, habitualmente es una molestia que aparece de repente y no ha llegado aún a perdurar más de tres meses. Según datos de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP), la prevalencia del dolor crónico en España alcanza casi el 27% de la población. Esto significa que, aproximadamente, una cuarta parte de los españoles vive con dolor persistente en su día a día.