Rosa Brito. El sevillano Raúl Anguita Cobo tiene 23 años y estudia el Grado de Lengua y Literatura alemana en la Universidad de Sevilla. Este curso se encuentra con una beca Erasmus en Alemania, concretamente en Münster.
Raúl define Münster como una ciudad universitaria «estilo Granada». Está situada en la región de Renania del Norte-Westfalia, que cuenta con numerosas iglesias y edificios de distintos estilos arquitectónicos. Está considerado el centro cultural de toda esta región. Además, tiene un puerto y un lago «donde puedes ir con los amigos con el buen tiempo», añade.
Vivir en Münster, y en Alemania en general, es muy diferente España, «especialmente en el clima. Sin embargo, también es diferente en cuanto a las personas y las costumbres» apunta Raúl.
Su lugar favorito de Münster es el lago Aasee, que está a un poco más de cincuenta metros sobre el nivel del mar y tiene medio kilómetro cuadrado de superficie. Es el área de esparcimiento y recreación central de la ciudad, y uno de los más importantes de toda la región.
Le han pasado muchas anécdotas. Entre ellas está cuando casi le multan mientras montaba en bicicleta. Münster es la ciudad con mayor número de bicicletas de Alemania, la policía casi le multa porque no llevar un timbre en la bicicleta. Pudo convencerles de que era estudiante Erasmus y que no sabía nada al respecto.
Los principales obstáculos que ha tenido que superar en este tiempo es el estar lejos de la familia y de los amigos. Sin embargo, hago mucho Skype con ellos y todos le apoyan.
Al salir de España, su nivel de alemán era un B1 alto y «me gusta pensar que he mejorado. Estoy viviendo una experiencia increíble y maravillosa. La verdad que se lo recomiendo a todo el mundo», dice Raul.
Sus planes son terminar allí las asignaturas que le quedan en España y, luego en España, matricularse del Trabajo Fin de Grado y de las prácticas. Tenía intención de volver a Sevilla para la Feria, para así poder estar con los amigos y la familia. Debido a la crisis sanitaria del Covid-19, anularon el vuelo y se quedó en Alemania. «Ahora mismo, pienso en estar aquí en Alemania hasta que acabe el curso», aclara.
«¿Lo que más echo de menos de mi tierra? La comida. Echo de menos un buen serranito, unos caracoles, la tortilla de patatas de mi abuela y la Cruzcampo», explica melancólico.
A los sevillanos que quieren irse de Erasmus, Raúl les diría que lo hagan «porque conoces a muchas personas de otras ciudades de España, de otros países y de otros continentes. Intentar hablar con ellos, ya sea en inglés o en alemán, es muy divertido, porque muchas veces pierdes el hilo de la conversación, pero se hace como si no pasara nada. Además es una experiencia muy enriquecedora, ya que aunque vengas sin tener idea del idioma, en los meses que estas aquí aprendes bastantes».