Redacción. Recicla tus Pilas Andalucía – entidad impulsada por la Consejería Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul y la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) – ha propuesto un decálogo de consejos para alargar la vida útil de las pilas recargables. Su objetivo es que estos dispositivos se conviertan en una alternativa cada vez más eficaz a las pilas desechables de un solo uso.
Por sus características, las pilas recargables son una alternativa idónea para muchos dispositivos y usos, lo que también puede ayudar a reducir la cantidad de residuos de pilas que se generan.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 marcan la reducción en la generación de desechos mediante la prevención, reducción, reutilización y reciclado. En esa línea, el decálogo propuesto pretende incrementar los beneficios del uso de pilas recargables, cuya principal ventaja es que pueden durar mucho más tiempo: hasta cinco años si se manejan correctamente.
Además, pueden retener varios meses la energía, sin perderla por completo, lo que supone un ahorro a largo plazo para el consumidor. Una vez que dejan de funcionar, deben ser depositadas, tratadas y recicladas de forma adecuada, en los lugares habilitados para ello.
Decálogo de consejos
Los consejos, muchos de los cuales también son válidos para pilas no recargables, son estos:
- Evitar las altas temperaturas. Las pilas recargables deben almacenarse a unos 15°C y en lugares donde no puedan recalentarse debido a las altas temperaturas o por estar cerca de fuentes de calor.
- Proporcionar una carga completa. Es mejor que la pila esté agotada del todo antes de recargarla: se evita el efecto memoria o que funcione con menos potencia de la prevista. Después, debe llevarse al 100% de su capacidad. Esto ya no es necesario en la mayoría de pilas de última generación (como, por ejemplo, las baterías de los smartphones).
- Elegir un cargador adecuado. Es importante utilizar un dispositivo que sea compatible con el tipo de pila reutilizable a la hora de recargarla. De lo contrario, se reducirá su vida útil.
- Apostar por sistemas inteligentes. Hay dispositivos de recarga que detectan de forma automática cuándo una pila alcanza su capacidad máxima de almacenamiento, desconectándose de la red eléctrica y evitando que sufra así un exceso de tensión.
- No mezclar pilas diferentes. No es recomendable usar pilas de distinta clase en un mismo aparato eléctrico o en un mismo cargador.
- No usarlas inmediatamente después de llenarlas. Una vez cargadas, se recomienda esperar unos 30 minutos para ponerlas en un dispositivo. Así se enfriarán y alcanzarán la temperatura adecuada.
- Prevenir golpes y caídas. Una caída desde cierta altura o un golpe fuerte pueden dañar la pila recargable. Hay que guardarlas evitando superficies en las que puedan deslizarse.
- Quitarlas cuando no se usan. Si un aparato eléctrico no va a utilizarse durante un tiempo, las pilas recargables deben extraerse y guardarse. De lo contrario, se podrían oxidar, dañando el dispositivo.
- Priorizarlas en determinados dispositivos. Se recomienda usar pilas recargables en aparatos eléctricos que consumen gran cantidad de energía en poco tiempo. De esta forma se rentabilizan, al no ser necesario reemplazarlas por otras, solo cargarlas de nuevo.
- La frecuencia de uso debe ser moderada. El paso del tiempo, el uso y las cargas constantes afectan al rendimiento de estas pilas. No han de utilizarse y recargarse en exceso.
Desde Recicla tus Pilas Andalucía se recuerda también que cualquier residuo de pilas y baterías debe depositarse en los puntos de recogida selectiva habilitados, incluidos los que hay en supermercados, tiendas de electrónica y puntos limpios, para que sean gestionados correctamente, evitando que sus componentes puedan dañar el Medio Ambiente o afectar a la salud de las personas.
