Redacción. El municipio aljarafeño de Salteras ha rematado un monumento levantado en 2010 y conformado por dos columnas paralelas, con una estatua de 2,20 metros de altura obra del escultor Chiqui Díaz, –autor por ejemplo del caracol de bronce de la calle Lagar de Sevilla capital, de la mariposa del Pabellón de Perú o de las lagartijas broncíneas de la calle Real de Castilleja de la Cuesta–; que evoca la figura femenina que representó a la localidad en la recepción institucional celebrada en la ciudad hispalense en mayo de 1570, con motivo de la visita del rey Felipe II.
El propio Chiqui Díaz, dos veces reconocido con el Premio al Mejor Artista Extranjero en el Festival International D’Art Animalier de Nançay (Francia), entre otros galardones, ha explicado a Europa Press que la estatua, de 2,20 metros de altura, está inspirada en los grabados del humanista y escritor sevillano Juan de Mal Lara, que en su libro del siglo XVI sobre la visita del rey Felipe II a la ciudad hispalense en 1570, refleja las decoraciones y adornos de la recepción institucional, detallando las representaciones con forma humana instaladas en nombre de cada uno de los municipios sevillanos.
En el caso de Salteras, el correspondiente grabado de Juan de Mal Lara muestra una mujer ataviada con una basquiña morada, que evoca la aceituna de molino, en alusión a la producción olivarera de esta localidad aljarafeña; y ropajes amarillos en referencia a la cultura vitivinícola del municipio y sus apreciados caldos.
Técnicas de elaboración
Partiendo de dicho grabado, según el autor de la nueva escultura del monumento instalado en 2010 en el «kilómetro cero» del municipio, la obra ha sido realizada mediante «dos técnicas muy diferentes», como son la fundición a la cera perdida y la chapa de acero inoxidable, esta última de un carácter más vanguardista, según el artista, especialmente conocido por su producción relacionada con el medio ambiente y el mundo animal.
Chiqui Díaz ha distinguido entre el corte «más clásico» en términos escultóricos que representa el frente de la estatua, y el manto que cubre las espaldas de la figura, este último realizado con «técnica de acero batido» o inoxidable y elemento en el que este escultor ha «desarrollado» en mayor medida su personal estilo escultórico, según ha destacado él mismo.
VANOS Y BRONCE
Del mismo modo, ha señalado el uso de los vanos en el propio manto, porque los mismos conforman «el 40 por ciento» de la prenda, permitiendo que la luz atraviese la estatua con los consiguientes efectos visuales. Además, ha destacado los faldones en bronce que luce la figura y las «pátinas de diferentes tonalidades» que colorean la figura.
La citada escultura, presentada a comienzos de este mes en el municipio con la presencia del alcalde, Antonio Valverde; el historiador Antonio González Polvillo y el propio autor de la obra, corona ya las columnas del monumento, gozando de «gran aceptación» por parte de la ciudadanía, en palabras de Chiqui Díaz, que deja así su singular huella artística en este municipio aljarafeño.