Redacción. Con el encendido del sábado se pone en marcha la segunda semana grande las Fiestas de la Primavera de la ciudad de Sevilla. Una festividad cuyo impacto económico alcanzó la cifra de los 900 millones de euros, deparando un importante de esas cifras al sector hostelero. Al contrario de Semana Santa, en la cual establecimientos tanto del centro de la ciudad como de los barrios, ven aumentada en gran medida el volumen de clientes, durante la semana de Feria el reparto es menos globalizado.
Son tres los puntos neurálgicos en los que tradicionalmente el flujo de Sevilla y visitantes se siente con mayor repercusión. Por supuesto en el barrio de Los Remedios, colindante al Real de la Feria, en el cual, muchos de los establecimientos presentan actualmente un 100% de reservas para la noche del pescaíto; el barrio del Arenal, donde confluyen los aficionados a los toros que se suceden a lo largo de toda la semana; y la zona centro, dónde el número de visitantes extranjeros se dispara al acudir a
conocer los grandes monumentos de la ciudad al margen de la experiencia “Feria de Abril”.
Todo lo contrario ocurre en aquellos establecimientos situados en otras zonas de la ciudad,
donde ven disminuir de manera notable el volumen de ventas, más aún, con el nuevo modelo de feria que comprende dos fines de semana. En términos de contratación la hostelería continúa perfilándose como uno de los grandes motores de empleabilidad.
Durante el primer trimestre de 2023 el número de nuevos contratos en el sector ha aumentado un 6% respecto al mismo periodo del pasado año, situando a la hostelería en una cifra cercana al 10% del total de empleados de la región. Cifra que aumenta
considerablemente en el mes de abril con la sucesión de Semana Santa y Feria. Una tendencia que, se espera, continúe al menos en los grandes meses de facturación del sector en la ciudad de Sevilla correspondientes a la estación primaveral.