Redacción. El Servicio de Cardiología del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa, en Sevilla, advierte que durante el verano uno de cada tres pacientes hipertensos sufre cuadros de hipotensión. Igualmente, hace hincapié en la importancia del cuidado durante las vacaciones, ya que la causa mayoritaria de mortalidad relacionada con las olas de calor se vincula con eventos cardiovasculares.
Así, el doctor José Morgado García de Polavieja, cardiólogo del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa, puntualiza que el calor suele reducir la tensión arterial debido a que se produce una dilatación de los vasos sanguíneos, provocando así una menor presión. “En los meses de verano, lo primero que deben hacer los pacientes es continuar su medicación y realizarse tomas de tensión frecuentes. Además, es recomendable aumentar la ingesta de líquidos, salvo padezca alguna patología que indique su restricción como la presencia de insuficiencia cardíaca o insuficiencia renal, por ejemplo”, matiza.
En este sentido, el cardiólogo explica que los episodios de hipotensión arterial suelen producir síntomas como cansancio, mareos, flojedad y en los casos más graves desmayos. Por ello, José Morgado especifica que si la tensión baja y se acompaña de estos síntomas se debe consultar sin demora con su médico para valorar un ajuste del tratamiento.
“En cuanto a los viajes de larga duración, frecuente en época estival, se recomiendo parar cada dos horas si se viaja en coche. Por el contrario, si el medio es otro es importante levantarse y mover las piernas cada dos o tres horas para evitar que se produzca un trombo”, subraya el especialista.
El organismo pierde más líquido del habitual, por lo que es más probable que ocurran episodios de deshidratación, produciéndose también una vasodilatación arterial pudiendo conducir a la formación de trombos, señala Morgado García Polavieja, al tiempo que recuerda que la mala cumplimentación del tratamiento aumenta el riesgo de sufrir enfermedades como infarto de miocardio, ictus e insuficiencia cardíaca entre otras.
De otro lado, José Morgado precisa que resulta fundamental evitar la exposición solar en las horas centrales del día, ya que parece que existen más casos de infarto con el aumento brusco de las temperaturas. De hecho, según el doctor, en los días de calor extremo aumenta un 7% la posibilidad de sufrir infarto de miocardio. “La alta temperatura supone un estrés orgánico, causando taquicardia, disfunción endotelial y aumento de la formación de trombos”, apostilla.
Asimismo, el cardiólogo remarca que para poder disfrutar de unas vacaciones cardiosaludables se deben beber al menos dos litros diarios de agua, evitar el consumo de alcohol y tabaco, mantener una dieta saludable, cuidar el descanso y limitar la exposición solar en las horas de mayor calor, aunque resalta que sí es bueno asegurar una exposición mínima al sol para aumentar los niveles de vitamina D.
Por último, José Morgado recuerda la importancia de continuar con la medicación habitual y consultar con los profesionales en caso de dudas.