Redacción. Investigadores de la Universidad de Sevilla y la Universidad Pablo de Olavide han desarrollado un estudio en el que analizan el progreso hacia la igualdad de género de los países miembros de la Unión Europea a lo largo de las dos últimas décadas. Entre sus conclusiones destaca que la sociedad española ha progresado considerablemente en igualdad estructural de género, es decir, se ha reducido la distancia entre el acceso de hombres y mujeres a la educación, al trabajo, y al poder de decisión.
Sin embargo, se observa una clara ralentización del progreso hacia la plena igualdad de género, lo que pone en riesgo futuros avances hacia la igualdad. Según sus datos, si se mantiene el actual ritmo de progreso de la igualdad de género, la sociedad española tardaría casi un cuarto de siglo (24 años) en alcanzar la plena igualdad entre hombres y mujeres
Los profesores Eduardo Bericat, del departamento de Sociología de la Universidad de Sevilla, y Mercedes Camarero, del departamento de Sociología de la Universidad Pablo de Olavide, han realizado este estudio a partir de una estimación anual, desde el año 2000 hasta 2020, del Índice Europeo de Igualdad de Género (IEIG). Este índice está compuesto por 18 indicadores de tres ámbitos diferentes de la desigualdad de género: el acceso a la educación, la integración en el mercado de trabajo y la participación en la toma de decisiones. El índice utiliza datos empíricos rigurosos procedentes de diversas instituciones europeas.
Datos
Según los datos recogidos por los investigadores, la igualdad de género educativa está detenida desde 2011, lastrada por el hecho de que la segregación en la elección de estudios de hombres y mujeres no ha mejorado nada en las dos últimas décadas. La igualdad de género laboral está detenida desde 2013, marcada tanto por el escaso avance en participación en el mercado de trabajo como por las diferentes ocupaciones que desempeñan mujeres y hombres.
Solamente sigue creciendo el proceso de igualación de mujeres y hombres en poder decisorio. Así, los investigadores aprecian unas altas cotas de igualdad en el ámbito político-administrativos. Aunque, al mismo tiempo, alertan de un evidente retraso en la asunción por parte de las mujeres de responsabilidades gerenciales en las empresas privadas.
Logro de la igualdad de género
En 2020, España alcanzó una puntuación de 69,6 en el Índice Europeo de Igualdad de Género (IEIG), en una escala que oscila entre “0” (máxima desigualdad) y “100” (plena igualdad). Esta puntuación demuestra que la sociedad española está todavía bastante lejos de obtener la plena igualdad entre hombres y mujeres, según los autores del estudio, que recuerdan que España está sólo ligeramente por encima del índice de la Unión Europea (66,3).
España ocupa el séptimo puesto en el ranking de igualdad de género de la Unión Europea. Suecia y Francia, con una puntuación de 76,0 y 74,0, respectivamente, ocupan los dos primeros puestos. Las puntuaciones mínimas del Índice Europeo de Igualdad de Género corresponden a Malta (51,7) y Chipre (51,8).
Evolución de la igualdad de género
La evolución de la igualdad de género durante las dos primeras décadas del presente siglo presenta en España una tendencia claramente positiva. El valor del índice ha avanzado desde el 45,9 en el año 2000 hasta el 69,6 en 2020, lo que supone un aumento de 23,7 puntos en la igualdad entre hombres y mujeres. En las dos primeras décadas del Siglo XXI, la tasa media de crecimiento anual de la igualdad de género en España ha sido del 2,1%, sensiblemente superior a la del conjunto de la Unión Europea (1,6%).
Este avance en igualdad de género se manifiesta en la ganancia de 12 posiciones en el ranking de la UE, pasando del puesto decimonoveno en el año 2000 al séptimo en el año 2020. España, con un aumento de 23,7 puntos del índice, es uno de los países que más ha avanzado en estas dos últimas décadas. Francia (+23,4), Italia (+22,7) o Portugal (+21,4) han experimentado un crecimiento similar.
Tres periodos
Sin embargo, al analizar la evolución en tres períodos distintos, esto es, el anterior a la crisis financiera del 2008 (2000-2008), los años de la crisis financiera (2008-2013), y los posteriores (2013-2020), se demuestra que el progreso de la igualdad de género en España se ha frenado considerablemente durante la última década.
La reducción del ritmo de avance de la igualdad de género está siendo más intensa en España que en Europa. La tasa de crecimiento anual de la igualdad de género en España se ha desplomado, desde un 2,5% entre 2000 y 2008 y un 2,4% entre 2008 y 2013 hasta un 1,5% entre 2013 y 2020. En Europa, la tasa ha caído desde el 1,7% y el 1,9% hasta el 1,2%.
Manteniendo el actual ritmo de progreso de la igualdad de género (1,5%), la sociedad española tardaría casi un cuarto de siglo (24 años) en alcanzar la plena igualdad entre hombres y mujeres, esto es, un valor del IEIG equivalente a 100.
Componentes de la igualdad de género
El Índice Europeo de Igualdad de Género (IEIG) es un indicador compuesto diseñado para medir la desigualdad entre hombres y mujeres en los ámbitos educativo, laboral y político. En este sentido, los datos muestran que la evolución y el logro de las igualdades de género educativa, laboral y política varían considerablemente. En España, en 2020, el nivel de igualdad de género en el ámbito educativo (80,9) es bastante mayor que en el político (69,4), y mucho mayor que en el laboral (60,1).
La igualdad política, es decir, el grado de participación de las mujeres en la toma de decisiones, tanto político-administrativas como gerenciales, ha experimentado un incremento extraordinario en las dos últimas décadas, pasando de un bajísimo nivel en el año 2000 (26,9), a otro relativamente muy alto en 2020 (69,4). En veintiún años ha mejorado 42,5 puntos, avanzando a una tasa extraordinariamente alta de crecimiento anual (4,9%).
En España, el nivel de igualdad entre hombres y mujeres en cuanto a poder de decisión es hoy bastante más alto que el de la Unión Europea (57,3). Su tasa de crecimiento ha sido durante estas dos décadas mayor que la de la UE (3,46).
Igualdad laboral
La igualdad laboral, que mide el diferente grado de participación en el mercado de trabajo, las condiciones de los contratos laborales y la segregación ocupacional de hombres y mujeres ha pasado del 49,1 en el año 2000 al 60,1 en 2020. En veintiún años ha mejorado 11.0 puntos, lo que equivale a una tasa de crecimiento anual del 1,0%, una mejora muy inferior a la experimentada por el componente político o poder decisional.
En España, el nivel de igualdad de género en el ámbito laboral es ligeramente inferior al de la Unión Europea (63,1). Aunque su tasa de crecimiento anual ha sido el doble que la de la UE (0,5%), la mayor igualdad laboral existente en la UE al inicio del período (56,8) ha impedido que España supere a Europa.
Por último, la igualdad educativa mide el nivel educativo alcanzado, el acceso a formación continua, y los tipos de estudios por los que optan mujeres y hombres. Partiendo de un nivel relativamente muy alto en 2000 (73,1), experimenta un menor progreso que la igualdad laboral y, sobre todo, la política. Alcanza el 80.9 en 2020, con una tasa media de crecimiento anual del 0,5%.
El nivel de igualdad de género educativa en España es hoy similar al de la Unión Europea (80,3). El progreso experimentado por España en igualdad educativa ha sido menor que el de la Unión Europea (0,7%).